Las ciudades del mundo están más tranquilas por la cuarentena y algunas especies de animales se animan a pasear por sus calles. Otras, acostumbradas a recibir comida de los humanos, realizan acciones desesperadas para ganarse el pan.

¿Qué puede suceder en Córdoba? Daniela Tamburini, especialista en mamíferos del Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables de la Universidad Nacional de Córdoba (Cernar, UNC), asegura que es frecuente que aparezcan zorritos, comadrejas y víboras en algunos sitios periurbanos de Córdoba.

“Ahora pueden aparecer un poco más por la cuarentena, pero pasa siempre en las ciudades que están en contacto con ambientes menos disturbados. No es que con la cuarentena haya más. Pero, como disminuye el caos humano, los animales sienten esa paz y se acercan a curiosear”, asegura.

 
Tamburini explica que hay especies menos tímidas y más adaptadas a la presencia humana que otras. “Los animales pueden acercarse por curiosidad, para buscar comida, ampliar su territorio o huir de depredadores”, detalla.

Y luego aclara que en otoño muchas especies reducen su actividad y se dedican a buscar comida para pasar el invierno.

Sobre qué hacer ante la presencia de uno de estos animales, la especialista advierte: “Son animales silvestres, por inofensivos que parezcan. Y nosotros podemos contagiarlos de alguna parasitosis o de otra enfermedad. No hay que molestarlos y sólo mirarlos desde lejos”.

Tamburini señala especialmente al jabalí, que en algunas localidades cordobesas suele meterse en el patio de las casas. “Es muy peligroso y hay que tener más cuidado porque es agresivo. Además, es un animal rústico que come de todo”, detalla.

Las aves 

Guillermo Galliano, fotógrafo de la naturaleza y presidente de la fundación Mil Aves, coincide en que no es un fenómeno causado por el coronavirus.

“Ahora se puede haber intensificado, pero también hay más cámaras de seguridad que antes. Antes no sabíamos qué pasaba en la oscuridad de las ciudades, ahora podemos espiar gracias a las cámaras”, explica.

También apunta que la presencia de animales en zonas urbanas es una clara señal de la pérdida de hábitat por la deforestación y por los avances de la frontera agropecuaria y urbana, además del cambio climático.

Luego, menciona dos ejemplos: “En el Polo Norte, los osos polares caminan 500 kilómetros hacia el sur hasta zonas pobladas para comer basura. En Santa Rosa de Río Primero, hay muchos avistajes de pumas porque queda poco bosque nativo donde buscar presas en esa región”.

Galliano, experto en fotografiar aves, asegura que la cuarentena puede ser una buena oportunidad para mirar pájaros por la ventana de casa. Recuerda que en la provincia hay más de 400 especies.

Luego menciona los pájaros que tienen hábitos más urbanos y pueden verse habitualmente incluso en la Capital: curucucha, benteveo, calandria grande, paloma torcaza, tordo, picaflor común y jote.

Fuente: La Voz del Interior