El fiscal Bernardo Alberione dictó el último viernes la prisión preventiva a Gerardo Gette (57), imputado por homicidio calificado por alevosía en la causa donde se investiga el crimen de Daniel Casermeiro (61), ocurrido en diciembre último.

Desde la fiscalía remarcan que la investigación “no tiene grises” y que la prueba es contundente, por eso tomaron la decisión de que el único sospechoso espere el juicio tras las rejas.

En tanto, desde la defensa del imputado avisaron que recurrirán la decisión del Alberione –quien tomó licencia por inconvenientes de salud- ante el Juzgado de Control. Aseguran que no hay elementos probatorios fuertes en contra de Gette y que incluso “la investigación se basa en indicios y presunciones”. Asimismo, aclaran que la fiscalía no contempla otras dos hipótesis acercadas por la defensa.

Fernando Martini, uno de los abogados de Gette, explicó a El Periódico que se encuentran preparando el recurso de oposición a la medida de Alberione: “Entendemos que no hay elementos probatorios que le atribuyan a Gette una participación penalmente responsable en el hecho y además no se presentan en el caso los riesgos procesales que puedan justificar que se lo mantenga privado de la libertad”, aclaró.

Caso Casermeiro: ¿qué opina la defensa sobre la prisión preventiva a Gette?
Fernando Martini, uno de los abogados de Gette. 

Al ser consultado sobre las pruebas con la cuales el fiscal decidió dictar la prisión preventiva a su defendido, Martini respondió que no le parecen “concretas” y apuntó que la investigación está basada sobre indicios: “Toda la investigación se basa en indicios y presunciones a partir de los cuales el fiscal hace un esfuerzo extraordinario para empezar a elaborar sus teorías. Pero quedan muchos baches porque las presunciones no están sostenidas en pruebas concretas para mantener imputación”, criticó.

Cámaras y arma de fuego

Según la resolución donde se dicta la preventiva, el 19 de diciembre Gette y Casermeiro se encontraron en el Sanatorio Argentino alrededor de las 10, previo llamados telefónicos. El primero llegó en su camioneta VW Amarok, la que dejó estacionada en inmediaciones al centro de salud. Tras una charla, ambos terminaron retirándose juntos en el automóvil BMW del ginecólogo –según la reconstrucción- hacia Luxardo.

Dos testigos de la pequeña localidad lo ubican a Casermeiro en el lugar, donde incluso compró bebidas, aunque nadie pudo detectar si estaba acompañado. Según el fiscal, todo terminaría en el camino paralelo a la ruta provincial 1, donde apareció muerta la víctima. Luego, nuevas filmaciones marcan el trayecto de vuelta de Gette a la ciudad, caminando, a retirar su camioneta.

Martini admitió el encuentro entre su cliente y el médico y la vuelta del primero en horas de la tarde a buscar su vehículo, aunque agregó: “El fiscal intencionadamente omite el análisis de pruebas relevantes, tiene la seguridad que Gette no estuvo en Luxardo, está el testimonio de quien atiende kiosco y una vecina que ven a Carsemeiro solo en su auto”.

Otra prueba que la fiscalía mencionó como clave fue la entrega de un arma calibre 22 a Gette por parte de un familiar, hecho que ocurrió hace un par de años. Con un arma de ese tipo ejecutaron a Casermeiro por la espalda.

“Respecto del arma es real el testimonio de un familiar instructor de tiro que dice que aproximadamente hace dos años le entregó a Gette a una pistola de características similares a la que se usó en el ilícito. Pero es curioso cómo se introduce a la causa, por la manera espontánea por la cual se declara y la actitud que toma la fiscalía luego al no atribuirle ningún tipo de participación a quien lo entrega, no lo imputa o no le hace ampliar la declaración testimonial. Este testimonio implica un delito, la facilitación ilegal de un arma y no se toma ninguna acción”, planteó Martini.

La deuda, el motivo para los investigadores

Para Alberione una importante deuda económica de Gette hacia el médico fue el detonante del homicidio. Según el documento elaborado por el fiscal, en base a testimonios, Gette fue intermediario en la compra de un departamento en Brasil que el médico adquirió pero que luego no quiso y terminó vendiéndoselo al hoy imputado, quien se comprometió a pagarlo en cuotas y “como pudiera”.

Luego, se expone que Gette estaba preocupado por no poder juntar el dinero para la cuota del inmueble debido a que "atravesaba una situación económica difícil". Esto habría sido la causa del crimen.

Martini sostuvo que existe el boleto de compra venta del departamento como prueba del negocio: “Está el boleto de cesión de esta compra que hizo Gette, por lo que es ilógico que alguien firme la sesión sino lo pagaste manteniendo una deuda. Para decir que mi defendido no podía pagar, la fiscalía se sostiene en testimonios, pero solamente Gette sabe si podía hacerlo. Que tenga un perfil reservado no quiere decir que no pueda disponer del dinero para hacer ese negocio”, manifestó el abogado.

- Una pregunta que se hace el común de la gente es por qué su defendido no grita a viva voz su inocencia o no declara frente al fiscal ante una acusación tan grave. ¿Cuál es el motivo?

“Será en el momento oportuno la declaración. Advertimos la intención de la fiscalía de tratar de hacer coincidir cualquier cosa que se diga con su teoría, pero no podemos asumir ese riesgo en la instancia procesal mientras en manos esté la causa de un fiscal que parece que solo se conforma con condenar a alguien", expresó Martini, quien en el final se quejó: "De la causa surgen otras dos hipótesis delictivas (otra deuda onerosa hacia el ginecólogo de parte de otra persona y un tema de índole privada) que el fiscal no trató. Se incorporaron a la causa, pero no se investigan”.