El diseñador santafesino Ramiro Ghigliazza golpeó tantas puertas para compartir su imagen digitalizada de José de San Martín que llegó hasta Alberto Fernández.

El Presidente de la Nación se reunió con el artista de 44 años y autor del retrato actualizado con técnicas hiperrealistas del Libertador de América. Fue para recibir la donación de una réplica del cuadro que recrea, basándose en testimonios de figuras históricas que conocieron personalmente a San Martín y en fotos reales de personas con rasgos similares, la cara del Padre de la Patria a sus 40 años.

La imagen, parecida a una fotografía, será instalada en la Casa Rosada un mes y medio después de haber sido colocada en la Cámara de Diputados de la Nación. Forma parte de un ambicioso proyecto.

Ghigliazza llegó al Presidente a través de Víctor Bugge, histórico fotógrafo de la Casa Rosada desde 1978, quien le mostró el proyecto a Fernández. "Me dijo que lo había conmovido, que me quería conocer y recibir. Mi mayor orgullo era dejar la imagen de San Martín allí donde están los que nos gobiernan, que su mirada sea ejemplo y custodia de la unión de los argentinos", dice el artista.

El encuentro entre el mandatario y el diseñador gráfico duró unos 20 minutos y contó con el historiador Felipe Pigna, uno de los que ayudaron a impulsar el proyecto de Ghigliazza, como invitado.

"Primero fue difícil el traslado, porque llevamos un cuadro enorme en mi camioneta, desde Santa Fe, y cuando llegamos a la Casa Rosada yo tenía miedo de que se hubiera dañado con el traslado", cuenta el artista. "Cuando lo descubrió, el Presidente se quedó un instante quieto, se le pusieron los ojos rojos... lo vi emocionarse y eso fue lo que más me conmovió. No me imaginaba que se iba a emocionar tanto. Me agradeció un montón", agrega.

Ghigliazza le narró al mandatario su plan de llevar láminas a las escuelas del país. "Me escuchó atentamente y me dio ilusiones de poder concretar ese sueño. El Presidente se mostró afectuoso y cálido, es lo que más me impresionó", dice quien le relató a Fernández el proceso que atravesó para crear su nueva versión del rostro de San Martín.

"Mi primer anhelo era donar láminas a las 13.500 escuelas rurales de Argentina, luego a todos los colegios de nuestro país, Chile y Perú", explica el artista, que trabajó durante cuatro años para llegar al retrato definitivo. Suena titánico, pero en pocos meses la obra sacudió los cimientos del mundo sanmartiniano: instaló el cuadro en el museo de San Lorenzo que recuerda el combate de los Granaderos, en el Congreso y avanzó con su proyecto de llevarla a sitios emblemáticos para la vida de San Martín, como Yapeyú, Chile, Perú, Boulogne Sur Mer (Francia) y el pueblo español donde nació.

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Las redes sociales del Presidente reflejaron el encuentro en historias de Instagram y en una publicación del fotógrafo Bugge. "Me pidió que le mandara detalles de la obra, le pregunté a quién se lo enviaba y me dijo 'anotá mi teléfono'", cuenta sorprendido el diseñador.

El cuadro que Ghigliazza le llevó a Alberto Fernández es uno de los más grandes que reprodujo. Tiene en el marco la inscripción "Divididos seremos esclavos", frase emblemática de una carta de San Martín al santafesino Estanislao López.

Fuente: Clarín