Barro, neumáticos, botellas y troncos son solo algunos de los elementos que utilizaron Melisa y Federico para construir su propia vivienda. Ella es de Villa María y él de Villa General Belgrano. Decidieron acompañarse en la vida hace unos tres años y eligieron la construcción en adobe para cumplir el sueño de la casa propia.

Una casa levantada pura y exclusivamente con sus propias manos y gente amiga que se acercó a colaborar. Un dato no menor es que ninguno de los que participaron tenían experiencias en la construcción, y admiten que aprendieron a través de tutoriales en InternetGracias a esa información también construyeron su propia estufa. Además aprendieron a reutilizar el agua y cuentan con un proyecto futuro de colocar una pileta donde se decanta el jabón utilizado en la cocina o la ducha, para luego verter el agua en las plantas.

Según declaraciones al portal Villa María Vivo, la pareja admitió que cuando comenzaron a convivir pudieron comprar unos terrenos en Alta Gracia y, apurados por la ansiedad propia del momento, salieron a buscar presupuestos. Al toparse con una realidad cruda, en la que el dinero no alcanzaba para cubrir todos los gastos, Federico se encontró con una publicación de una mujer de México que construía con botellas de plástico. Desde allí la lamparita se encendió, y la búsqueda de información se tornó hacia el barro, reutilización de materiales y construcciones alternativas.

Sin experiencia construyeron su casa con adobe, botellas y gomas

“Nos fijamos a qué tipo de material podíamos tener acceso. Conseguimos botellas. Buscamos cómo unirlos”, contó y agregó que se dieron cuenta que el cemento rompía las botellas. Inicialmente experimentaban con diferentes materiales para verificar su funcionamiento. “No tuvimos dudas de trabajar con el barro. Es increíble para la construcción”, manifestó.

Melisa indicó que les llevó 7 meses levantar la vivienda. Comenzaron en octubre “con un pedazo de contrapiso”. Luego pararon la obra hasta enero cuando Federico se instaló con una carpa en el terreno. Entre marzo y mayo fueron los días de mayor trabajo. La casa, ubicada en el barrio La Marianita, entre Alta Gracia y La Bolsa, cuenta con 70 metros cuadrados. “Con lo que nos ahorramos el primer alquiler compramos todas la cañerías de agua y el pilar de la luz” detalló la mujer. El presupuesto total fue de 85 mil pesos.

Ambos levantaron con sus propias manos la vivienda. Sin embargo tuvieron gente que brindó su ayuda. Explicaron que hicieron “minga”, una antigua forma de trabajo comunitario donde se solicita ayuda prometiendo algo a cambio: “Se junta un par de gente que no necesariamente sabe trabajar. Pones el trabajo y la comida y vienen a ayudar”.

Sin experiencia construyeron su casa con adobe, botellas y gomas

El cemento fue utilizado solo para los cimientos, y los neumáticos fueron rellenados con tierra. También entrecruzaron troncos de eucaliptos para sostener el techo, informó el sitio online villamariense. Las paredes cuentan con 45 centímetros de ancho.

Destacan que todas las personas que participaron de la obra no conocían sobre este trabajo. “Yo personalmente nunca trabajé en construcción. La idea siempre fue transmitir que se puede hacer de manera económica, con tus propias manos, sin acudir a alguien que te saca la mitad del presupuesto”, contó Federico.