Con la intención de colaborar con los adultos mayores en situación de riesgo por el Covid-19, el artista plástico Lucas Abrate había iniciado allá por marzo de 2020, lo que denominó, “un proyecto social” para colaborar en tiempos de pandemia y también estar activo ante la pasividad que atravesaba su rubro.   

“Se hacen mandados”, había publicado en sus redes sociales -también lanzó el trueque como propuesta para el intercambio de alimentos- y la iniciativa consiguió de inmediato cientos de “Me gusta” y muchos comentarios de apoyo.

En la actualidad, "Purpulem" (como se lo conoce) continúa con la actividad a cambio de una colaboración voluntaria y aclaró que se modificaron "un poco" las edades de aquellas personas que se lo solicitan. En el comienzo de la pandemia se encontraba con vecinos de la tercera edad, abuelos o jubilados que lo contactaban, pero hoy se trata de familias jóvenes que se hallan aisladas por cursar el virus, por ser contacto estrechos de positivos o porque tienen familiares internados luchando contra el Covid-19.

“Los artistas siempre estamos en crisis de alguna manera, nos cuesta mucho remarla y muchos no podemos vivir de lo que hacemos. Cuando empezó la cuarentena en marzo del año pasado, venía trabajando bastante bien y de repente vi amenazado mi laburo por esta situación. Veía que los abuelos, la gente de la tercera edad estaba muy sola y con miedo, cumpliendo las reglas para poder cuidarse, se me ocurrió lo de los mandados como un servicio para ayudar y ganarme unos pocos pesos a colaboración, no es que cobraba un monto”, relató Abrate a El Periódico.

Según el artista, la tarea de realizar mandados es algo que disfruta y lo mantiene activo: “Es algo que me da mucha vida, me hace muy bien, hace un tiempo estoy queriendo encerrarme un poco con el arte, parar un tiempo y repensar un poco mi trayecto. Lo de los mandados es un lindo trabajo, me mantiene en forma y me permite contactarme con la gente y generar un lindo vínculo”, sostuvo.

Mandados, tareas domésticas y charlas

Abrate contó también que durante estos meses pudo encontrarse con toda clase de personas que lo llamaban. “Señoras que no podían ir ni siquiera al cajero del banco a sacar dinero me han confiado sus tarjetas, con todo lo que eso conlleva. También iba a sus casas y me encontraba con que estas personas en situación de riesgo no solo precisaban que les haga el mandado, sino que necesitaban 10 minutos de hablar con alguien, de cómo está el tiempo aunque sea y eso es muy fuerte y muy marcado”, relató.

También se halló con otras necesidades de vecinos que le pedían si podía reparar algo de la vivienda.  

“Me pasó de una mujer sola con sus hijos y su marido internado por Covid en el Hospital, necesitaba llevarle provisiones a su marido y fui y le llevé, es una secuencia. Si bien puedo ganar algo de dinero para el día, siento que estoy cumpliendo una función y me encanta, me emociona mucho, uno se encuentra con tantas realidades que se sorprende”, cerró Abrate.

Para contactar a Lucas pueden comunicarse al 3564366066