Más de 200 estudiantes participaron de la instancia provincial de las Olimpíadas Informáticas de Córdoba 2020 (OIC), que se realizaron por primera vez con una modalidad virtual. De ellos, 57 representarán a la provincia en la instancia nacional en las categorías Utilitario y Programación. Uno de ellos será Santiago Grosso, estudiante de primer año de la escuela experimental Proa de San Francisco.

Alejandra Quevedo, una de sus docentes, dialogó con El Periódico y recordó cómo fue el camino hasta llegar a esta instancia. "Es un evento a nivel nacional y en algunas categorías a nivel internacional, ya tiene una historia de muchos años. Nuestra escuela participa habitualmente en dos categorías generalmente: utilitarios y programación. Lo que hacemos es invitar a todos los estudiantes y se anotan quienes quieren participar, por supuesto incentivados por los profesores para que participen. Hay una tercera categoría en donde generalmente al menos los chicos de Proa no eligen inscribirse, que es la categoría de Diseño Gráfico, porque prefieren las del perfil de la escuela. Este año participaron y Santi tuvo el desafío de ponerse a tono porque él quería participar. Por supuesto se lo ayuda y se lo incentiva para que lo hagan todos los chicos, no solo a él", afirmó. 

Sobre como fue la preparación de Grosso, indicó que el joven tuvo que empezar a aprender el código de programación porque, al ser un estudiante de primer año, aún no había visto ese contenido en la escuela. "Nosotros comenzamos con la programación desde primer año, pero comenzamos con lenguaje de bloques y luego con pseudocódigos. Es decir, que ellos en primer año todavía no conocen de código escrito. Pero él quería participar. Le planteamos que este año, por la situación de pandemia y aislamiento, las instancias no iban a ser presenciales sino en forma virtual y por esa razón se iban a usar jueces virtuales que iban a estar corrigiendo todos los problemas que ellos solucionaran y necesitaban que este año fuese usado el código para todas las instancias. Otros años se hacen en forma presencial y por allí a los chicos se les permite usar pseudocódigos, por ejemplo, para poder participar. Pero este año no se daba esa característica, si querías participar tenías que hacerlo usando el código C++, o Java en algunos casos. Y él se puso a aprender C++. Lo tuvimos que ayudar con el profesor Pablo Abrate, que también es profesor de la escuela en las cátedras Programación y Taller, que son las materias donde Santiago ve programación. Nos pusimos a trabajar con él, horas extras digamos, porque tenía muchas ganas de participar y por ahí le faltaban conocimientos que por su propia trayectoria escolar simplemente no había conocido todavía". 

"Fue participando, fue a la interjurisdiccional, la provincial,  y fue avanzando. Y ahora se encuentra con que a fines de noviembre va a participar de la nacional. Ha sido todo mérito de él y ganas de aprender. Nos pregunta, se reúne. Los chicos en la escuela Proa técnica tienen clases, desde que comenzó la pandemia, igual que cuando estaban en la escuela física. Arrancan la jornada a las 8 de la mañana y finalizan a las 16.30 o 17, dependiendo si hay tutorías o no. Pero están en la escuela, con un intervalo en el almuerzo, igual a lo que hacían en la presencialidad. Y el poder prepararse le significaba a él seguir después de ese horario, porque no interrumpía clase sino que nos juntábamos después del horario de clase. Y ahí va andando, ni él lo puede creer", agregó. 

Seguidamente, explicó que son variadas las competencias en juego: "Son problemas que requieren comprensión lectora, porque por allí son sencillos pero el modo en que están planteados requiere comprensión de todos  los estudiantes que participan, para poder entender el problema que se plantea y luego ponerse a escribir la solución a través de un logaritmo en programación. Son aprendizajes que van de la mano. Nosotros siempre les decimos a los chicos que no solo es aprender a programar, sino el entender el problema que se nos plantea, porque el día de mañana un cliente te va a decir cuál es el problema que quiere solucionar y qué programa quieren que le hagas y esto requiere de un ejercicio de comprensión, que ellos también van haciendo en la escuela en todas las demás asignaturas, obviamente en programación, en lengua, y por otro lado con un conocimiento del idioma inglés porque todos los lenguajes de codificación son en inglés".

"Es una alegría muy grande"

Quevedo se mostró muy satisfecha por lo conseguido por los estudiantes, principalmente por el logro de Grosso. "Es una alegría muy grande. El otro día hablábamos con los organizadores de la olimpiada, teníamos una reunión y decía que ese tipo de instancias para ellos son sumamente significativas porque implican encuentro con otros chicos en otras realidades y también mucho aprendizaje, que va más allá de lo estrictamente técnico y de programación", dijo.

Las Olimpíadas Nacionales de Informática tendrán un participante de San Francisco

"Les les implica a ellos aprendizaje en cuanto al manejo de los tiempos, el poder ir organizando sus ideas para poder llegar a solucionar la mayor cantidad posible de problemas en el tiempo estipulado. En otra instancia, que es el trabajo en equipo, también consensuar y ver cómo se arman los equipos para tener distintas capacidades al servicio de la solución del problema. Este tipo de instancias son de profundo aprendizaje", sumó.

"Me encanta programar"

Santiago Grosso, el protagonista de la historia, también habló con El Periódico y contó cómo fue el camino andado hasta el momento. "Siempre me gusta participar de este tipo de coas. Me encanta programar, armar robots. Entonces cuando los profesores me dijeron que había olimpíadas de programación yo ya dije que sí. Las primeras instancias fueron difíciles, en la primera instancia corrige una persona, pero en las instancias siguientes las corrige un juez, que es una aplicación. Ponés una coma de más o algo y te lo toman como mal", afirmó.

Según contó, cuando se enteró de las olimpiadas empezó a estudiar el lenguaje que tenía que usar en esa olimpiada a través de un cuso de Youtube. "El código es parecido, pero el pseudocódigo es en español y el C++ es en inglés", explicó.

Luego de pasar la instancia zonal y la provincial, ahora a fin de noviembre lo espera la nacional. Mientras tanto, se prepara: "Estoy haciendo el curso, todavía no lo terminé, lo sigo haciendo y después también nos reunimos con la profe Alejandra y el profe Pablo que me ayudan a hacer los problemas que no resolví en la otra olimpiada y cosas por el estilo".

El joven, que destacó que el evento está "muy bien organizado", aseguró que su objetivo no es otro que el de participar. "A mí con participar me basta porque ya participando aprendés muchas cosas, al participar podes conocer más gente, podés hacer más amistades, desde ya todo eso", finalizó.

Sobre las olimpiadas

Se trata de una actividad en el que niños y jóvenes de la provincia de Córdoba resuelven retos y problemas de forma creativa, desarrollando sus propias habilidades y destrezas tecnológicas en herramientas ofimáticas y programación. Además, es una oportunidad para la adquisición de competencias tan importantes como el trabajo en equipo, la autodisciplina y la autonomía.

Con estas olimpíadas se pretende potenciar el desarrollo de saberes científicos y tecnológicos e integran en su propuesta, con sentido estratégico, el “saber hacer” mediante situaciones en las que los y las participantes comparten y socializan sus conocimientos. Además, identifica a quienes demuestran mayores aptitudes en este campo para orientar y apoyar su futura formación.

La delegación cordobesa

La edición 2020 del OIC estuvo divida en las categorías Utilitarios y Programación, en donde participaron y obtuvieron un mejor desempeño los y las estudiantes que pasaron a la instancia nacional.

En la categoría Utilitarios, este año compitieron en una instancia única el día 4 de septiembre 60 equipos, de tres integrantes cada uno, de diferentes localidades de la provincia de Córdoba.

En la instancia nacional participarán 48 alumnos, el próximo 30 de noviembre.

En tanto, la categoría Programación la participación fue individual y utilizaron el lenguaje de programación C++. Al ser esta categoría de mayor complejidad, profesionales de la empresa Globant realizaron cuatro jornadas de entrenamiento en la que participaron 16 estudiantes.

La instancia nacional tendrá lugar los días 25, 26 y 27 de noviembre próximos y representarán a Córdoba nueve estudiantes pertenecientes a las escuelas Escuela ProA con énfasis en TIC de las localidades de San Francisco, Río Cuarto, Villa Carlos Paz, Villa María y Laboulaye y del Colegio Nacional Monserrat

Los trabajos destacados

El Nivel Único Primaria, compuesto por estudiantes de 5º y 6º grado.

Luján Priscila, Ferreyra Rassia Ainara y Darico Catalina. Escuela Perito Francisco Moreno de Alcira Gigena.

Gómez García Luciano, López Bernardi Paula y Monccerrat Heredia Bárbara. Escuela Bernardino Rivadavia de Deán Funes

Audrito Agostina, Spadafora Giuliano y Syli Juan Bautista. Escuela Municipal Brigadier San Martín Córdoba Capital.

Nivel I: estudiantes de primer, segundo y tercer año, nivel secundario.

Rodríguez Juan Cruz, Alzari Mateo y Bocchietto Enzo. Escuela Experimental con Énfasis en TIC ProA de Villa Carlos Paz.

Atala Galán Ana Sabrina, Muñoz Agostina y Sarry Muttigliengo Lola. Escuela Experimental con Énfasis en TIC de Villa Dolores.

Maldonado Jaqueline, Ybarra Celeste y Malano Marylin. Escuela Experimental con Énfasis en TIC ProA de Tránsito.

Nivel II: estudiantes de cuarto y quinto año, nivel secundario.

Castrillón Bonavia Amira, Cottini Doris y Schulte Brockhoffe Delfina. Escuela Experimental con énfasis en TIC de Laboulaye.

María Isabel, Ávila Juan Ignacio y Lioni Romero Telma. IPEM N°27 Dr. René Favaloro de Río Cuarto.
Avendaño del Castillo Cesar, Monteleone Antonella y Heredia Bittar Escuela Experimental con Énfasis en TIC ProA de Villa Carlos Paz.

Nivel III: estudiantes de sexto y séptimo año nivel secundario.

Márquez Maximiliano, Cruz Milagros y Ferreyra Jimena. IPET y A Nº 53 Fray Luis Beltrán de la localidad de Deán Funes.

Escobedo Castagno Mario Joel, Toenatto Iván y Aris Valentín. IPET y M. N° 69 “Juana Manso De Noronha” de la localidad de Jesús María.

Zanon Olmos Manuel, Verón Vega Juan Sebastián y Cepeda Luque Joaquín. IPET y M. N° 69 “Juana Manso De Noronha” de la localidad de Jesús María

Categoría Programación

Santiago Grosso. Escuela Experimental ProA con énfasis en TIC. Sede San Francisco.
Gabriel Antequera. Escuela Experimental ProA con énfasis en TIC. Sede Río Cuarto.
Luisina Lavayén. Escuela Experimental ProA con énfasis en TIC. Sede Villa Carlos Paz.
Emiliano Lacovino. Escuela Experimental ProA con énfasis en TIC. Sede Villa Carlos Paz.
Antonella Monteleone. Escuela Experimental ProA con énfasis en TIC. Sede Villa Carlos Paz.
Lourdes Guzmán. Escuela Experimental ProA con énfasis en TIC. Sede Villa Carlos Paz.
Bruno Pérez. Escuela Experimental ProA con énfasis en TIC. Sede Villa Carlos Paz.
Gabriel Parruccia. Escuela Experimental ProA con énfasis en TIC – Sede Villa María.
Emanuel Herrador. Colegio Nacional Monserrat.