Aun en la etapa de distanciamiento social, los pedidos de auxilio siguieron ocurriendo de manera recurrente. En la primera quincena de julio, los bomberos voluntarios de San Francisco debieron atender a un total de 47 llamados de emergencia, lo que corresponde a una salida cada siete horas y media. Si bien los siniestros fueron de distinta índole, lo que primó fue la quema de campos o pastizales, ya que las condiciones climáticas se encuentran favorables para que las llamas se propaguen con rapidez.

También en lo que respecta a incidentes estructurales, el fuego se declaró en dos comercios de la ciudad que afortunadamente fueron controlados a la brevedad. Además, en otras tres oportunidades, los voluntarios debieron acudir a incendios en viviendas. Las primeras dos emergencias se desataron en una residencia local, mientras que la tercera perteneció a la localidad de Frontera. El cuartel vecino solicitó colaboración de sus camaradas, por lo que rápidamente entre los dos cuerpos bomberiles pudieron sofocarlo.

Una de las intervenciones sucedió en las mediaciones de Italia esquina Perú y estuvo a cargo del Oficial Sub Inspector, Nicolás Allocco, al mando de una dotación de seis personas. “Cuando llegamos al lugar se divisó que la habitación del frente de la casa estaba totalmente prendida fuego. Se procede con la extinción y luego con la ventilación forzada. Los damnificados fueron una madre con su hijo, atendidos de inmediato por el servicio de emergencias médico porque habían inhalado el humo tóxico. La rápida actuación de todo el personal logró que las llamas no alcanzaran el resto de la vivienda”, comentó.

Por otra parte, en 33 oportunidades los bomberos debieron atender ágilmente quemas de campos, pastizales o basura. Desde el Cuerpo Activo, reiteran la “extrema precaución” de los vecinos para no provocar “descuidadamente o intencionalmente” focos ígneos, ya que las bajas temperaturas y el clima seco reúnen las condiciones ideales para que el fuego se propague con rapidez. Un ejemplo de magnitud fue pasado domingo cuando se incendió un campo a la altura de Güemes 2500, dejando un total de 21 hectáreas completamente quemadas. En el siniestro trabajaron un total de 10 voluntarios durante 8 horas aproximadamente.