Hay muchos jugadores amateurs de San Francisco que se encuentran diseminados en el fútbol regional y el parate por la pandemia también los impactó de frente. Jugar en clubes de la zona significa, sin dudas, un sacrificio importante ya que la mayoría de ellos no vive del fútbol, por lo que tienen otro trabajo.

Lo hacen por pasión, por amor al fútbol y quizás no hagan una diferencia económica, pero muchos de ellos obtienen un dinero extra a cambio de su compromiso “que siempre viene bien” en tiempos de bolsillos flacos.

Para muchos de ellos, los más jóvenes, este impasse significó un corte abrupto en sus carreras, mientras que para otros fue la oportunidad de superar lesiones para estar al 100% cuando vuelva la competencia.

“Un golpe durísimo”

Alberto Luque (25) es lateral izquierdo y se desempeña en Brown de San Vicente, aunque su pase aún pertenece a Proyecto Crecer club con el cual pudo viajar a Girondins de Bordeaux de Francia y debutar en primera de Liga Regional. Su carrera fue ascendente, pasó por Antártida Argentina y Florida de Clucellas para luego recalar al equipo sanvicentino donde disputa el Torneo Regional Amateur –hoy frenado por la pandemia-.

El parate “fue un golpe duro” en lo personal porque sus condiciones, desempeño y dedicación lo habían llevado al semiprofesionalismo con importantes chances -por qué no- de pegar el salto. “Yo venía buscando esto desde siempre y quería tener la oportunidad de poder jugar un torneo nacional, seguir subiendo de categoría. Estás a un paso de los clubes del Federal A, y más al nivel que llegué, porque jugar en Brown es similar a lo profesional. Te empezás a cuidar y a dedicarte más. Para mí es un golpe durísimo porque sentía que se me podía dar otro salto. En lo grupal estábamos muy expectantes, la gente estaba muy motivada por el Torneo Regional, queríamos pelearlo porque mantuvimos la base del equipo campeón de Liga Rafaelina y sumamos refuerzos de categoría como Nico Castro”, indicó.

La pandemia les sacó el “extra” a los futbolistas amateurs y postergó algunos planes
Luque espera por la reanudación del Torneo Regional Amateur.

Luque trabaja en Macoser y crecer en el ambiente del fútbol regional hizo que pueda ganarse un dinero extra, el que invertía en sus estudios y en proyectos personales. “Estoy estudiando Administración de Empresas, lo hago a distancia por los horarios que tengo, así que el dinero que ganaba lo invertía en eso. Hoy no lo tengo y tengo que usar el sueldo que gano en mi trabajo, que uso para vivir”, expresó.

Más allá del ingreso extra, para Luque el fútbol es un estilo de vida, una pasión y se lo toma con mucha responsabilidad. “Ya lo tomaba como un trabajo, pensaba ya con esas responsabilidades, los pagos también. Al ser un club de región no hay contrato, pero se arregla por partido y al no jugar no se cobra. Después del último partido no volvimos más a San Vicente, pero el club nos alcanzó el dinero, es un buen gesto y hay que destacarlo”, indicó.

“En mi caso tengo trabajo, pero hay chicos que la pasaron mal porque se les cortó el único ingreso que tenían. El sueldo de mi trabajo en cocinas Florencia lo usaba para mi vida diaria, con el futbol empezaba a ahorrar para comprarme un lote y el sueño de tener una casa propia, pero bueno eso quedo truncado porque se cortó todo, lo tendremos que posponer”, comentó.

El cambio de liga. “En Liga Rafaelina la gente acompaña más a los equipos, hay mucha más gente en las canchas. Hay hinchada, bombos y papelitos, es otro nivel y eso acá se ve poco. En lo futbolístico hay figuras que jugaron en otro nivel y el ritmo es terrible, hay canchas chicas, pero hay mucho ritmo, en Liga Regional hay más espacios, más recorrido. Me costó el cambio, pero me adapté rápido”, contó Luque.

Un estilo de vida

Luque dejó en claro que el fútbol para él, como para muchos es un estilo de vida y no ve la hora de volver a las canchas. “Fue duro no poder salir de casa, entrenar en espacios reducidos porque no estamos acostumbrados. Por suerte lo peor ya pasó, ya se puede salir a correr, pero no es lo mismo. El club siempre se mantuvo en contacto, muy presente con los trabajos que nos mandan, el cuidado del peso así que nos mantenemos a la expectativa, aunque uno no trata de pensar en eso porque te vuelve loco, la impaciencia es lo peor”, contó.

“estamos entrenando y esperando el momento para que podamos volver que es nuestro estilo de vida, nacimos para hacer esto y más allá de que no lo hagamos profesionalmente, nos falta algo en nuestras vidas, la rutina. Esperamos volver a jugar al fútbol para despejarse y hacer lo que uno ama, hoy no lo tenemos y lo extrañamos mucho”, concluyó el jugador.

La pandemia les sacó el “extra” a los futbolistas amateurs y postergó algunos planes
Ludueña se encuentra en etapa de rehabilitación y espera volver en óptimas condiciones tras el receso.

Tiempo para la rehabilitación

Jorge Ludueña (34) había acordado su llegada a Cultural La Francia para el torneo de Primera A 2020 de Liga Regional. El volante tiene una extensa trayectoria en clubes de la zona: fue multicampeón en Sociedad Sportiva Devoto -donde jugó seis años-, además jugó en Atlético Rafaela -inferiores de AFA-, Unión de Alicia, Porteña Asociación, Antártida Argentina y Sportivo Suardi.

“Yo no tenía pensado volver a la zona, hacía tres años que estaba en San Francisco, me surgió la posibilidad de ir a La Francia y pensé que era la última vez que lo podía hacer así que acepté. Yo jugué afuera de San Francisco por mucho tiempo, desde 2004 hasta 2016, fueron muchos años viajando, lo hablé con mi novia y con mi familia así que decidí hacerlo un año más y en 2021 ver si me podía volver a San Francisco”, explicó.

Para Ludueña, el parate tuvo un impacto complejo, al menos en el plano personal. El jugador explicó que tuvo que ser intervenido en su rodilla izquierda por una rotura de meniscos, justo una semana antes de que comience el campeonato (marzo).

Hice rehabilitación unos días nomás porque arrancó la cuarentena. Recién ahora estoy empezando a hacer algo de nuevo. Yo quería rehabilitarme para estar bien por si volvía el torneo, igual con la edad que tengo ya lo tomo de otra manera, no me afecta tanto en lo psicológico como si tuviera 20 años. Tengo alrededor de un mes o 45 días y después hay que ver cómo responde la rodilla”, señaló.

Para cuando el fútbol regrese, Ludueña va a estar recuperado de su lesión y podrá volver a las canchas, aunque tampoco descarta su retiro. “Ya vengo pensado en el retiro, siempre digo que sigo un año más o dos y me quedo en San Francisco, pero nunca se sabe. Si me agarran ganas a lo mejor juego unos años más”, se animó.

Un gran sacrificio

Jugar en la zona y trabajar requiere de grandes sacrificios especialmente a una edad donde la mayoría elige otros caminos. “Cuando me volví de Rafaela siempre trabajé y jugué, lo que ganaba jugando para mí siempre fue algo extra. Ayuda, pero nunca viví de eso, trabajé en empresas metalúrgicas y ahora, hace cinco años, hago reparto de productos de panificación”, contó Ludueña.

“Es un gran sacrificio, muchas veces lo hacía con otros chicos, pero una etapa lo hice solo. Viajaba solo y tenía que esperar el colectivo como una hora en la garita en pleno invierno, me gusta el futbol y lo hacía con gusto. Fueron muchos años de salir de trabajar pasar por casa a tomar algo y salir enseguida porque tenía que viajar”, relató.

“Ahora no lo haría tanto, a los 20 o 22 años era otra cosa, tenía ganas y siempre fui a entrenar. Me siento feliz de haber estado en los clubes donde jugué, me quedaron muchos amigos y tuve etapas muy lindas como la de Devoto que salimos campeones de todo”, concluyó el jugador.