Los comensales han ajustado los consumos al máximo producto de la crisis que afecta sus bolsillos. Ante la caída del poder adquisitivo, los clientes se han vuelto fuertemente “gasoleros”, en un cambio de conducta que complica a los locales gastronómicos.

En este sentido muchos empresarios del rubro tienen que hacer malabares e ingeniárselas mediante promociones y ofertas para no perder clientes. A la vez que todos coinciden en que los fuertes incrementos de los impuestos es otro de los factores que afecta el negocio.  

Merma significativa

Julián Bianchi, titular de Los Algarrobos gastronomía-que funciona en el club Redes-, analizó la situación del sector de la siguiente manera: “La cantidad de gente ha mermado bastante, sobre todo los sábados que era cuando más salía la familia. También se nota los viernes que eran los días en que los hombres salen en grupos. Por eso venimos tratando de no aumentar los precios para que dentro de la poca gente que viene, no se vaya”.

Para esto el empresario viene manteniendo una serie de promociones y días especiales para clientes, sobre todo para mantener el flujo de trabajo durante los días de semana.

“Desde hace dos años que mantenemos los miércoles de promociones 2x1 para mujeres. Los jueves son especiales de pescados que ya tiene su clientela fija. Pero los días que más se trabajaban que eran viernes y sábados se nota mucho la merma”, manifestó.

Según Bianchi, el servicio de Los Algarrobos se venía manejando con reservas. “Ahora son muy pocos los que reservan”, aseguró. El empresario estimó que las ventas en su local cayeron entre un 20 y un 30 por ciento respecto del año pasado.

“Aflojó, pero se trabaja”

Las palabras pertenecen a Guillermo Colombero, uno de los socios de Betos Lomos San Francisco. “Medianamente estamos trabajando bien, se notó bastante la caída de las ventas y se nota que hay un parate. Se hace muy difícil afrontar los costos fijos que tenemos”, sostuvo el empresario.

Ante esto desde Betos se propusieron lanzar combos y promociones para apuntalar el trabajo los días de semana.

“La gente está eligiendo salir más un viernes o sábado. Antes salían más en la semana a comer. Y a esto queremos decirle a la gente que nuestros precios no se han tocado, hace tres meses que los mantenemos”, aseguró. 

Tratar de aguantar

En el restaurante La Parisina, que funciona en el Hotel Dunhill, la caída del consumo se nota más los fines de semana. Durante la semana se mantienen las ventas con los clientes que asisten al hotel.

“Se nota la baja del consumo los viernes y sábados, ha disminuido bastante y nosotros estamos viendo la forma de solucionarla, en el sentido de ofrecer un costo menor al cual estábamos trabajando”, comentó Valentino, a cargo del restaurante.

“En nuestro caso trabajamos bastante con la gente del hotel durante los días de semana. Los fines de semana, más con el frío, la gente opta más por quedarse en su casa o hacer un pedido de delivery. Hay que tratar de aguantar y hacer las cosas lo mejor posible, analizar estrategias para para que los clientes vuelvan”, agregó.

Los costos fijos, un reclamo en común

Los tres empresarios gastronómicos coincidieron en que en nuestra ciudad los costos fijos, entre ellos la tarifa eléctrica, atenta contra sus comercios.

“La luz llega cada vez más. Los insumos y los productos también aumentan y nadie te da posibilidades de pago”, protestó Valentino.

Los comerciantes consultados plantearon que la rentabilidad del sector está comprometida porque las tarifas aplicadas no han acompañado la suba de costos de los últimos años.

Para aprovechar las promociones

Los Algarrobos, Moreno esquina Deán Funes. Tel: 15607203.

La Parisina, Iturraspe 1980, Tel: 15680832.

Betos Lomos, 9 de julio 2302. Tel: 479 010 / 430 202