Por Daniel Puricelli
Director Medico de Clínica Regional del Este
Vicepresidente de ACLISA (Asociación de Clínicas y Sanatorios de Córdoba)

Transcurridos los momentos mas difíciles de la pandemia, podemos decir que el Sistema de Salud ha respondido muy bien a este inédito y enorme desafío. Todas las personas que requirieron atención médica ambulatoria o de internación la tuvieron, hecho que debería ser normal, pero con los antecedentes de imágenes dantescas en países mucho mas poderosos que el nuestro teníamos derecho a temer que lo mismo ocurriera en nuestro país. Tanto el Sector Público como Privado no solo respondieron, sino que en nuestro medio, coordinados por la Direccion del Hospital Regional se actuó eficaz y adecuadamente en esta contingencia.

Este párrafo podría generar una visión optimista del futuro del sistema de Atencion Médica en nuestra ciudad y región, pero nos estaríamos equivocando.
Tenemos desafíos en el horizonte, que requieren que todos los actores del sistema miremos y analicemos el panorama con “ojos nuevos”.

Los problemas que se avizoran o que ya existen en el sector salud que se describen mas adelante y los necesarios cambios en la interacción sistema–paciente que deberán acompañar los cambios profundos que se han producido en las relaciones de las personas entre si y con las distintas organizaciones de la Sociedad, entre ellas las que se ocupan de la salud, imponen salir de la zona de confort en que estamos quienes tenemos responsabilidades en el sistema y afrontar los nuevos desafíos.

A modo de lista de problemas, podemos decir que el Sistema de Salud en general y por lo tanto de nuestra Región padece dificultades, no generados por el, sino por los cambios, la mayoría imperceptibles, en el ejercicio de la medicina y en la sociedad en la última década especialmente.
 A saber:
a)    Escasez de recursos humanos. Hoy, según informara el Consejo de Médicos de Córdoba hace unas semanas, dos de cada tres médicos reside en Córdoba Capital y gran Córdoba. Esto está produciendo una escasez creciente de Profesionales en el interior, que ya está complicando algunas actividades. Mientras tanto a nivel académico y formativo hasta donde se sabe no se ha tomado ninguna decisión que ayude a corregir esto. 

b)    Costo de la renovación de la aparatología. Las Instituciones del interior de Córdoba están en general bien equipadas, pero la década de la pospandemia traerá novedades tecnológicas en gran numero y en numerosas ramas de la medicina que no podrán ser implementadas en todas ellas sencillamente por una cuestión de tamaño/costo.

c)    Necesidad de modernización edilicia. La mayoría de los edificios de las clínicas del interior se fueron armando en general sobre la base de una estructura antigua a la que se fueron adosando sectores mas nuevos. Hoy se necesitan estructuras nuevas, con las tecnologías que se disponen en energía, comunicaciones, estructura, saneamiento, circulación, etc., que resultan imposibles de abordar por la misma razón del punto anterior.

d)    Aranceles insuficientes y desordenados que impiden la planificación de las instituciones. No se puede, en el año 2021, procesar la prestación médica con las mismas toneladas de papeles que llenábamos hace 39 años cuando el que suscribe comenzaba a ejercer la medicina. Algo no está bien. Si le agregamos que hay diferencias inexplicables en lo que cada Obra Social, Prepaga, Apross, Pami, etc paga por la misma prestación, con los mismos costos de realización, como si el que vende paraguas percibiera por cada uno de ellos distinto monto de acuerdo a la cobertura social del cliente y no a sus costos y margen de ganancia deseados. La conclusión evidente es que solamente un druida puede planificar acciones si  sus ingresos serán distintos según atienda a Juan, Pedro o María.

Un abordaje integral de esta problemática requiere fundamentalmente un cambio en la matriz de pensamiento de todos los que tenemos responsabilidades en la conducción del sistema. 

Esto significa que necesitamos pensar cambios organizacionales profundos, que nos permitan dar un salto de calidad del sistema en su conjunto, a saber:

a)    Necesitamos generar un pensamiento suprainstitucional que permita agrupar, potenciar y optimizar servicios, distribuirlos en los distintos edificios según los potenciales de cada una, conformando Servicios mas grandes, sumando integrantes de todas las clínicas, que permitan un desarrollo pleno de la especialidad y de las  subespecialidades y que generen residencias atractivas para que los nuevos profesionales nos cuenten como opción de formación. Es mas fácil que un residente se quede que conseguir uno que venga de otra ciudad, especialmente si tiene el atractivo de una ciudad grande o importante. 

b)    Necesitamos potenciar por medio de la acción conjunta una capacidad de equipamiento pleno de acuerdo a los avances científicos que se vayan produciendo, para que sea viable tener la aparatología mas moderna disponible para nuestra ciudad y región. En la situación actual cada institución moderniza algunos servicios pero en forma individual y en la mayoría de los casos se superponen los esfuerzos en las distintas instituciones.

c)    La modernización edilicia debe ser coherente con lo anteriormente planteado.

d)    Necesitamos que el Estado provincial cumpla in toto con el Art. 59 de la Constitución Provincial que dice expresamente que el Gobierno  “establece, regula y fiscaliza el sistema de salud”, por lo que la jungla de aranceles y trámites que impiden la planificación de los actores sea ordenada de una buena vez. 

Con estos elementos, organizando toda la capacidad instalada que la ciudad tiene, porque toda es necesaria, podemos empezar a resolver algunos de los desafíos que nos plantea la actualidad. En este momento ni la cola del león, ni la cabeza del ratón son opciones, la opción es pensar de otra manera.

La sociedad nos ha confiado nada menos que la atención de los enfermos y el cuidado de su salud, debemos ser dignos de ese honor que nos ha brindado.

Es hora de poner en la discusión estos temas, que no debe ser solo de médicos sino de la sociedad que utiliza y sostiene el sistema y no es una discusión local sino regional, ya que San Francisco es capital regional con sus beneficios y responsabilidades que conlleva tal condición. Los distintos niveles de Gobierno deben elegir entre seguir siendo parte del problema o ayudar a su solución.

No es una tarea fácil y sencilla, pero la alternativa es que por la autopista en construcción a Córdoba circulen cada vez mas ambulancias los próximos años.