El desplome en las ventas y el consumo en los primeros meses del año puso en alerta a varios sectores de la industria nacional, por lo que muchas empresas barajan la posibilidad de paralizar sus plantas y tomar medidas, entre ellas suspensiones, procedimientos preventivos de crisis o lo peor: efectuar despidos.

Para contextualizar con números hay que decir que la producción industrial cayó 12,4% interanual en enero y 1,3% respecto al último mes de 2023, según el Indec.

Además, la Unión Industrial Argentina (UIA) señaló que las empresas –más de 700 relevadas semanas atrás- reconocen niveles más bajos de la serie en las variables de producción y ventas, indicando “una agudización de las dificultades en el entramado productivo industrial, especialmente en las pymes”.

También registran el porcentaje más alto de empresas con caída del empleo y un deterioro notable en relación a relevamientos previos. “Las empresas consideraron que su situación económica está peor que hace un año y esperan el impacto de la caída del consumo, la obra pública y la menor actividad de otras empresas”, agrega el reciente informe de la UIA.

La situación no mejoró en febrero ya que las ventas minoristas del sector se retrajeron 25,5% y acumularon un declive del 27% en el primer bimestre de 2024, frente al mismo periodo del año pasado. En la comparación mensual, bajaron 7,4%.

Y por casa, ¿cómo andamos?

El panorama nacional no es tan diferente al local. Empresarios sanfrancisqueños muestran preocupación por el freno de las ventas debido a la caída del poder adquisitivo, lo que está impactando directamente en las inversiones.

"Estamos en un momento de espera, donde tenemos que observar cómo evolucionan las condiciones. También venimos enfrentando aumentos muy importantes en las tarifas, lo que agrega presión adicional", indicó un industrial del rubro metalúrgico a El Periódico, sumándose a la polémica por los costos de la energía eléctrica.

Lo que se busca en el horizonte es algo de claridad, aunque –reconocen- predomina lo oscuro. En caso de que persista la incertidumbre, es decir, que la cosa no cambie respecto al panorama actual, desde las empresas están considerando procedimientos preventivos de crisis o reducción de horas laborales, aunque por el momento se descartan despidos en la mayoría.

Justamente una encuesta reciente realizada por la Asociación de Industriales Metalúrgicos (AIM) de San Francisco a sus asociados, ante la consulta sobre si pensaban reducir el personal, sotiene que el 72 por ciento no piensa “ahora” en hacerlo.

Sin embargo, desde la institución el panorama no es el mejor considerando que bajó alrededor de 30 por ciento el nivel de capacidad instalada de las industrias.

A este indicador se le suma otro: el Parque Industrial sufrió una reducción del 20 por ciento en la demanda de energía eléctrica, situación dada en el último trimestre que evidencia menor producción.

Impacto en las finanzas municipales

Hace una semana, el intendente de San Francisco, Damián Bernarte reconoció que la crisis que afecta, entre otros a la actividad económica, repercute de lleno en la recaudación municipal.

"Vemos retracción en la tasa de comercio, industria y servicios, que está directamente relacionado con la actividad económica y en la que hay un aumento en los ingresos, pero que va por debajo del nivel de inflación", explicó.

En diciembre pasado, el ingreso por esta tasa, que representa dos tercios de lo que recauda el Estado municipal, aumentó casi un 14%, mientras que la inflación de diciembre fue del 25%.

Entre enero y febrero, aumentó un 16%, contra un 20% de inflación.