La repudiable filtración de las fotos de Diego Armando Maradona muerto en el féretro, por parte de tres empleados funerarios que habían sido contratados por la cochería Pinier, del barrio de La Paternal, tuvo esta semana nuevas derivaciones en la Justicia.

Según publicó el diario Clarín, Dalma, Gianinna y Jana Maradona hicieron una presentación ante el Juzgado Civil N° 54 de Capital, que avaló el pedido y ordenó una medida cautelar para que el Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom) certifique que Google, Twitter, Facebook, TikTok e Instagram bajen las publicaciones que incluyen estas imágenes.

La resolución fue enviada al ente presidido por Claudio Ambrosini, a Facebook Argentina y a Google Argentina. En ella se destaca que "puede observarse a simple vista una ofensa a otras personas cercanas a Maradona (en este caso, tres hijas suyas)".

"Su dignidad, intimidad y su memoria proyectan una prolongación de personalidad que merece ser protegida en el recuerdo de sus allegados. Así, resulta claro que las imágenes afecten tales valores son susceptibles de perturbar directamente el ánimo de sus parientes y partícipes de su vida", añade.

Los empleados que se sacaron fotos con el astro muerto fueron Diego Molina (40), Claudio Fernández (48) y su hijo Ismael (18). Estas fueron publicadas incluso por el diario sensacionalista New York Post, en los Estados Unidos.

Lo que dijeron los protagonistas

"Estábamos acomodando antes de llevarlo, y mi hijo, como todo pibe, levantó el pulgar y sacaron la foto. Pido respeto y perdón a todos. Mirá que hice servicio al papá de Maradona, al cuñado... estuve con Maradona en vida cerca, no lo hice en vida siendo mi ídolo. No lo voy a hacer de fallecido. No es mi intención. Sé que mucha gente se ha ofendido, lo han tomado mal, sé que molestó", dijo el mayor de los empleados.

"En ese momento estaba pensando, con los nervios de que quede bien Maradona. Si vos ves la foto, justo levanté la cabeza porque me dijeron: 'Flaco'. Fue algo instantáneo.​ Soy de las personas que no piensan en sacar fotos con féretros y fallecidos, por respeto. Jamás pensé que lo iban a subir o pasar a un grupo", manifestó Fernández.

César Picón, dueño junto a sus hermanos Diego y Matías de la casa velatoria, aclaró que los dos hombres y el joven "no pertenecen a la empresa", sino que "fueron contratados para colaborar con el sepelio".