Madrid vivió durante la madrugada una histórica helada que alcanzó una temperatura mínima de -10,8 ºC, un récord en el último medio siglo, lo que complica la limpieza de las calles, repletas de montículos de hielo y con una movilidad mínima de vehículos y peatones tras la tormenta de nieve del fin de semana.

Tras dos días de nevada en Madrid, este martes los operarios del ayuntamiento y los vecinos "seguían luchando por despejar las aceras con palas, escobas y sal gorda", precisó la agencia de noticias AFP.

El centro de la capital española continúa cubierto por las nieves del temporal o borrasca, bautizada como "Filomena", y en la provincia de Teruel, al este de Madrid, se alcanzaron los 25,4 grados bajo cero, indicó la agencia meteorológica estatal, AEMET, que describió una "gélida madrugada" con valores "históricos" y "claramente por debajo de los normales para la fecha en todo el país".

A causa de este temporal, que afectó el centro y el este de la península ibérica el fin de semana, cinco personas fallecieron, entre ellos, hay dos personas sin hogar en Barcelona, advirtió este martes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Si bien las principales arterias de la capital fueron abiertas desde el domingo, con ayuda del Ejército, las calles secundarias e incluso vías comerciales siguen casi inhabilitadas, con árboles rotos y un tráfico mínimo de vehículos y de personas.

En las últimas horas, cientos de personas fueron atendidas por traumatismos en las urgencias de los hospitales madrileños, que ya tienen que tratar también con los pacientes de Covid-19.

Además, el peso de la nieve acumulada ocasionó el derrumbe de la cubierta del pabellón deportivo del instituto madrileño Ramiro de Maeztu.

Por otra parte, la poca circulación está haciendo daño al pequeño comercio madrileño, que a los efectos económicos de la pandemia suma ahora una semana de actividad mínima.