La fuerte devaluación y el impacto en la inflación obligó al Gobierno nacional a acercarse a los laboratorios con miras a buscar un congelamiento de precios en la mayoría de los medicamentos por un plazo de entre 60 y 90 días. 

Se pretende, de alguna manera, replicar el convenio alcanzado con las empresas de consumo masivo en el rubro alimentos con los "Productos Esenciales".

El acuerdo definirá, una "canasta básica de medicamentos" compuesta, en el caso de los laboratorios nacionales, por el 70% de los productos que venden. 

En el caso de los extranjeros, será un listado de drogas de alto costo para tratamientos especiales. 

Si se concreta, significará precios congelados para antibióticos, analgésicos, antihipertensivos, betabloqueantes, medicamentos oncológicos, entre otros.

En principio, el diálogo Gobierno-laboratorios tendrá un nuevo capítulo: un encuentro del secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, sus equipos técnicos, y el coordinador de la Jefatura de Gabinete, Nicolás Pavlovsky, con las cámaras que nuclean a los laboratorios nacionales y extranjeros. 

La volatilidad del dólar es la principal traba para sellar el pacto ya que los medicamentos tienen un alto componente importado y, por ende, son muy sensibles al precio de la divisa estadounidense. 

Desde la Rosada, arrancaron pidiéndoles a los laboratorios que retrotrajeran los precios al nivel previo a las PASO ya que, en las primeras dos semanas posteriores a la elección, tras la suba de la divisa a $58-62, los remedios aumentaron entre 8 y 12% promedio.

Los laboratorios dijeron estar dispuestos a evaluar un congelamiento, pero no una rebaja. Otro punto de negociación es el plazo que tendría el acuerdo: el Gobierno quiere que sea por 90 días y las empresas ofrecen hasta 60 días.

A cambio del congelamiento, el Gobierno y los laboratorios acordaron la eliminación de la tasa de estadística (que había sido aumentada por decreto de 0,5% a 2,5% en mayo pasado por necesidades fiscales) y de otros impuestos aduaneros a medicamentos, vacunas y principios activos importados para tratamientos ambulatorios esenciales como oncológicos, para la hemofilia, diabetes, agentes biotecnológicos y terapias génicas, entre otros.

Según fuentes oficiales, los tributos que se suprimirían representan entre el 10 y el 20% del precio del medicamento a la salida de planta, es decir, antes de entrar en toda la cadena comercial y llegar a las farmacias. 

Un posible foco de conflicto con los laboratorios nacionales es que así se fomente la importación de medicamentos terminados, pero en el Gobierno prometen que solo se habilitará la rebaja impositiva en el caso de productos que no se fabriquen en el país, según publicó el diario La Nación.

Fuente: Agencias