El consumo interno de cigarrillos cayó en el primer semestre del año 0,6 por ciento respecto a igual lapso de 2016, mientras que la demanda per capita se contrajo 1,5 por ciento interanual, según un informe de Investigaciones Económicas Sectoriales (IES).

El estudio indicó que la baja en el consumo interno de cigarrillos alcanzó en la primera mitad del año al 9,3 por ciento interanual “si se compara con una base más normal, como el primer semestre de 2015”.

Asimismo, precisó que la producción de cigarrillos en los primeros seis meses del año descendió 11,5 por ciento interanual.

El informe advirtió que el consumo per cápita “viene cayendo en los últimos años, ya que tras alcanzar un nivel de 55,3 atados por habitante en 2008, bajó a 50,3 atados per cápita en 2013, hasta llegar a los 41,7 atados per cápita en 2017“.

El análisis señaló que la industria tabacalera “continúa inmersa en un escenario fuertemente contractivo, en la que se ve arrastrada por la merma en el consumo interno de cigarrillos, una mayor presión impositiva y una fuerte suba de costos, que conjuntamente redujeron la rentabilidad de las empresas productoras y generaron despidos junto a suspensiones de trabajadores”.

“En 2016, el sector profundizó el derrumbe que arrastraba de los años previos, afectado por el aumento de la presión impositiva (del 60 al 80 por ciento) que dispuso el Gobierno en mayo del año pasado” lo que “se trasladó al precio final de venta de los atados de los cigarrillos” e “intensificó la merma de las ventas” y “derivó el consumo hacia segundas marcas” más baratas, explicó.

A su vez, alertó que “también produjo un aumento del contrabando proveniente de países vecinos y un incremento en la venta de tabaco para armar“.

Fuente: Vía País