Los estados brasileños de Santa Catarina y Minas Gerais colapsaron por la segunda ola de coronavirus y debieron transferir a pacientes graves a otras regiones de Brasil, se informó este martes oficialmente, en medio del peor momento de la pandemia en el país, agravada por la diseminación de la llamada cepa del Amazonas, una variante más contagiosa.

Sin embargo, el vicepresidente Antônio Hamilton Mourão descartó este martes implantar restricciones más duras a nivel nacional para contener el avance del virus, tal como están pidiendo las autoridades sanitarias.

"Cada población tiene sus características; si analizas el país son cinco países diferentes en uno; el norte es una cosa, el noreste otra, etc.. así que no sirve de nada querer imponer algo nacional", defendió el número dos del gobierno en declaraciones a la prensa, según recoge el portal de noticias local G1.

La situación venía empeorando en Santa Carina y quedó al desnudo en los últimos días: al menos seis personas murieron desde el viernes por falta de camas de terapia intensiva en el estado, fronterizo con la provincia de Misiones, según reportó la cadena Globo en base a denuncias de familiares y paramédicos.

Los pacientes que a partir de ahora comenzarán a ser trasladados son los de la región oeste, de Chapecó, a 200 kilómetros con la frontera argentina, hacia el estado de Espirito Santo, en el sudeste de Brasil.

Serán 16 que viajarán en un avión sanitario hasta la ciudad de Vitoria por ofrecimiento del gobernador de Espirito Santo, Renato Casagrande, que hace acordar a los vuelos militares que tuvieron que trasladar de emergencia pacientes de coronavirus de Manaos, la capital de la Amazonía brasileña, hace solo unas semanas.

Santa Catarina se encuentra con el 98,6% de ocupación de las camas de terapia intensiva para Covid-19 y, por eso, el gobernador Carlos Moisés declaró el toque de queda nocturno y de fines de semana, sumado a la prohibición de permanecer en las playas de Florianópolis y sus municipios vecinos, que suelen ser el principal destino del turismo de verano de los países del Mercosur.

La situación es tan dramática que Santa Catarina batió el récord de 80 muertes en 24 horas y ya acumula desde el inicio de la pandemia 7438 decesos y 675.000 casos notificados.

Y no es el único estado brasileño fronterizo con Argentina con un panorama sombrío.

El toque de queda por temor al colapso hospitalario también rige en Rio Grande do Sul, fronterizo con Corrientes, y en Paraná, que comparte la triple frontera de Brasil, Paraguay y Argentina con la ciudad misionera de Puerto Iguazú.

Fuente: Télam