El 10 de diciembre de 1983, Raúl Alfonsín asumió como 33º presidente constitucional, dejando atrás una sangrienta dictadura militar de más de siete años el país.

Alfonsín se impuso en las elecciones del 30 de octubre de ese mismo año, con un 52% de los votos, al candidato presidencial del Partido Justicialista Ítalo Argentino Luder.

En la jornada de ese 10 de diciembre Alfonsín pronunció su mensaje ante la Asamblea Legislativa, recibió en la Casa de Gobierno los atributos de mando, y habló brevemente a la multitud reunida en la Plaza de Mayo, desde los balcones del Cabildo.

En medio de una fiesta popular, llena de boinas blancas, Alfonsín leyó un extenso mensaje ante el Congreso y luego se trasladó en un Cadillac descubierto hasta la Casa Rosada, donde recibió de manos del general Reynaldo Bignone –el último de los cuatro mandatarios del gobierno de facto iniciado el 24 de marzo de 1976- los atributos de mando.

A 35 años de la vuelta de la democracia: el recuerdo de la histórica jornada

Multitudinaria

Desde el Cabildo, ante una multitud que vivaba su nombre y agitaba banderas celestes y blancas, además de rojas y blancas de la UCR, Alfonsín auguró el inicio de un período de “100 años de libertad, paz y democracia”.

Alfonsín demoró algunos minutos en iniciar sus palabras porque el público no dejaba de aclamarlo. En un momento de su improvisado discurso, el flamante Presidente recogió una consigna que coreaba la multitud: “El pueblo unido, jamás será vencido”.

Y agregó: “Iniciamos una etapa que será difícil”, asegurando que trabajará por"la dignidad del hombre, la justicia y la plena igencia de los derechos humanos".

A 35 años de la vuelta de la democracia: el recuerdo de la histórica jornada
A 35 años de la vuelta de la democracia: el recuerdo de la histórica jornada
Atención del pueblo

“Venimos a exponer a vuestra honorabilidad cuáles son los principales objetivos del gobierno en los diversos terrenos en que debe actuar: la política nacional e internacional, la defensa, la economía, las relaciones laborales, la educación, la salud pública, la justicia, las obras de infraestructura, los servicios públicos y todas las otras cuestiones que reclaman la atención del pueblo, de los gobernantes y de los legisladores", dijo en su discurso.

Y luego agregó: “Hay muchos problemas que no podrán solucionarse de inmediato, pero hoy ha terminado la inmoralidad pública".

También hizo referencia a que "mucha gente no sabe qué signica vivir bajo el imperio de la Constitución y la ley, pero ya todos saben qué signica vivir fuera del marco de la Constitución y la ley".

A 35 años de la vuelta de la democracia: el recuerdo de la histórica jornada