La presentación del certificado médico es un requisito vigente para ingresar a los establecimientos educativos públicos y privados, según resolución del Ministerio de Salud. Algunos de ellos piden, además de los chequeos primordiales de salud, controles oftalmológicos y fonoaudiológicos. Por este motivo, es la época en que muchos niños descubren que tienen problemas en la vista.

Misión anteojos

Una vez detectado el problema visual, y con la receta de los anteojos en mano, los niños y sus padres acuden a las ópticas. Es el momento de elegir el armazón.

Mariano, de Óptica Centro, explica que hay una cuantiosa variedad para elegir.

Hablando de colores, los chicos no se quedan con uno: “Se llevan cualquier color, absolutamente toda la gama”.

En cuanto a plásticos, hay duros o blandos. En este caso, explica Mariano, “existe una leve inclinación hacia los plásticos blandos para que sean un poco más livianos; después están los plásticos más duros, más resistentes, pero son un poco más pesados. La mayoría hoy tienen resortes en las patitas que las hace flexibles, si no lo es el material”.

“Hay una serie de anteojos de niños, especiales, los miraflex, que son una línea italiana. Son de goma, son flexibles, prácticamente indestructibles. Estéticamente no son tan lindos, pero son muy prácticos y duran”, agregó.

Sobre formatos, no hay una tendencia que sobresalga. “La decisión de los padres influye mucho, pero si el nene tiene que elegir, lo elige más tirando a cuadradito o redondeado abajo y grande, no que le quede grande al niño, sino amplio”, detalló.

Los padres buscan seguridad

Mariano reveló que en los adultos, lo que suele usarse en la actualidad es el anteojo sin marco abajo, a los que se les dice media montura. Sin embargo, aclara que en el niño nunca se impuso esa tendencia. “Los padres tienen miedo, por eso se impuso bien la línea de plástico, porque son armazones gruesos y por lo general completos, entonces el cristal no está expuesto. Les da una sensación de mayor seguridad a los padres. Si bien hay materiales que ofrecen mucha más resistencia, los padres apuestan a otra cosa”.

Los cristales, lo más importante

Lo más interesante en la gama para niños son los cristales más que los armazones. Por ejemplo, la línea de tallado digital, sobre todo para correcciones más altas.

Consejos

De acuerdo a la experiencia, el especialista recomendó que los niños acostumbren a guardar los lentes en su respectivo estuche. “El lente colgado puede llegar a sufrir  algún tipo de golpe o torcedura. De todas maneras ese accesorio se le ofrece al cliente y muchas veces se le obsequia con el trabajo”, finalizó.