Si bien tendrá el alta definitiva en 2022, cuando se cumplan 10 años de su tratamiento, Juana Prata (69) se siente óptima. Superó un cáncer de mama que hoy, para ella, es sólo un recuerdo. Lo único que la ata con aquel lejano 2012 es la pastilla que toma cada noche, a modo preventivo.

“Titina”, como la conocen, recuerda muy bien cómo comenzó todo y cómo fue el proceso por el que tuvo que pasar, que no fue fácil. “Yo toda la vida me controlé todo, mamas, Papanicolau. En 2011 me dio que tenía una pequeña cosita en la mamografía. Dice el doctor ‘no es nada’. En 2012 cuando me la hice de nuevo ya se había deformado un poquito”, recordó.

Tras ello, se sometió a una biopsia: “El doctor me mandó a Córdoba a hacer una punción para saber a dónde estaba instalado, porque era muy pequeño. Él no me quería sacar toda la mama, sino un pedacito. Yo sé que el 13 de febrero de 2012 me llevó a cirugía”.

Pese a la situación, Titina se mantuvo tranquila. “Yo lo tomé bien, mirá que soy bastante histérica y nerviosa, pero lo tomé dentro de todo bien. Lo que sí yo pedí que no me manden más a Córdoba, yo me quería hacer todo acá. Estaba en las manos del doctor Casale, chocha de la vida”, rememoró.

Optimismo

Titina estuvo internada de martes a jueves en la clínica y luego continuó con el drenaje, mientras aguardaba los resultados de su biopsia. Los papeles dijeron que si bien los ganglios estaban bien, el nódulo era maligno.

Pero ella no se angustió: “Mi nuera me acompañó y me decía ‘te veía tan tranquila a vos Titi’ y yo le decía ‘que querés hacerle, no me voy a poner a llorar o a darme la cabeza contra la pared, me tocó’”.

Luego de que su médico le dijera que había esperanzas, y la derivada a un oncólogo, comenzaron las quimioterapias. “Yo no sabía lo que era, porque no había hablado con nadie. Me dieron fecha, me dieron los medicamentos y fui. En casa estuve bastante mal por la quimio, del martes al sábado eran vómitos. El primer sábado me voy a lavar la cabeza y ahí sí me agarró el ‘cuchi’ porque empezaron a caerse todos los mechones de pelo. A los 22 días volví, fueron seis sesiones de quimio las que me hicieron”, contó.

Pese a lo mal que la pasó, eso tampoco la detuvo: “Pero el sábado que ya me pasaba el malestar yo iba en bici, me hacía todo, me parecía que no era nada, así que de diez. Me hicieron las seis quimios, después seis semanas de rayos. Ella cada 22 días estaba acá, me revisaba todo. La operación de diez, ni se nota casi, me sacaron muy poco seno. Después me dijeron que para más seguridad íbamos a hacer un año más  de quimio. ‘¿Un año más?’ les pregunté. Y me dijeron que sí, que era una muy suave, que no me iba a hacer mal, ni a hacer caer el cabello. Dicho y hecho, estuve siempre bien”.

Ocho años sin la enfermedad

Titina tiene las fechas grabadas a fuego y sabe que falta poco para su alta definitiva. “El 13 de febrero de 2020 se cumplieron ocho años y son 10 años para que me den el alta. Estoy tomando todas las noches una pastillita, que se toma por diez años, y hasta ahora nunca más sentí nada. Me sigo controlando, al principio cada 3 meses, después cada seis y ahora fui en marzo o abril y el doctor Casale, como la oncóloga no puede venir por lo que estoy en manos de él, me dijo que si todo estaba bien y no sentía nada me esperaba en febrero. Se ve que me encontró bien con todos los estudios que me hicieron, mamografía, ecografía, centellograma. Me dieron todos bien y yo me siento de diez”, reflexionó.

La mujer opinó que en el éxito en su tratamiento tuvo que ver la prevención. “Yo pienso que tuvo que ver. Yo conocí a muchas mujeres, por ejemplo a una amiga que tenía cáncer de intestino. Nos operamos casi al mismo tiempo. Y me dice ‘vos sos loca de hacerte las quimios, eso te quema por dentro’. Gracias a Dios estoy viva, pero ella falleció hace un montón. Yo pienso que la prevención es todo”, afirmó.

Sobre el final, recordó que nunca sintió miedo, pero que tampoco se dejó estar, y tuvo palabras de agradecimientos para todo el equipo médico que la atendió. “Tengo tanta fe, tanta confianza, amo tanto al doctor Casale porque es una persona que te da tranquilidad, cuando te habla, cuando te explica, es impresionante al confianza que le tengo”, concluyó.


Factores de riesgo

Factores de riesgo. Con el cáncer de mama, hay factores de riesgo que pueden modificarse y reducirse y otros que no se pueden evitar. Aun así, un diagnóstico precoz salva muchas vidas.

Factores no modificables: ser mujer, tener más de 40 años, antecedentes familiares de cáncer, tener densidad mamaria, haber tenido la primera menstruación a edad temprana, edad avanzada en el primer parto o nunca haber tenido hijos.

Factores modificables: sedentarismo, tener una mala alimentación, tabaquismo, sobrepeso y consumo de alcohol.


Principal enfermedad oncológica

El cáncer de mama es la principal enfermedad oncológica en la mujer. Una vez que aparecen síntomas (dolor en la mama, bultos o durezas, cambio de color en los pezones, secreción, cambio de forma y tamaño o textura diferente), puede ser tarde.