La situación del empleo en Argentina es preocupante y se encamina a alcanzar los dos dígitos de desocupación para el último trimestre del año. Así lo advirtió el economista cordobés Carlos Seggiaro, quien aclaró que era previsible ya que es parte del “cueste lo que cueste" que pregona el presidente Javier Milei en su política para bajar la inflación. 

En su columna habitual para AM 930 Radio Villa María, el economista analizó los últimos datos del INDEC y las proyecciones para el mercado laboral. "La semana pasada se conocieron los datos del INDEC que plantearon una desocupación del 7,9%, casi el 8% en la Argentina", comenzó Seggiaro. Sin embargo, el especialista advirtió sobre realidades aún más críticas en los grandes centros urbanos: "el Gran Córdoba da el 9,2% y el conurbano de Buenos Aires el 9,7%".

El economista enfatizó que estos números son solo una "foto", mientras que la "película" apunta a un escenario todavía más complejo. "El año pasado dijimos que la desocupación este año se iba a situar en los dos dígitos", recordó Seggiaro, y aclaró que el dato del INDEC conocido la semana pasada corresponde a marzo, dado que el organismo "tarda tres meses en procesar esta información, no porque tenga mala gana, sino en realidad porque es parte del procedimiento".

La Curva de Phillips y el costo del ajuste

Ante este panorama, Seggiaro no dudó en proyectar: "Mi lectura es que cuando nos situemos a mirar los datos del último trimestre de este año, claramente la desocupación en toda la Argentina va a estar en dos dígitos, va a estar arriba del 10%". Para el economista, esto era previsible: "Esto iba a ocurrir porque era parte de la lógica, la dinámica propia de la política económica y del discurso del propio presidente de la Nación. Cuando decía, 'Voy a bajar la inflación, cueste lo que cueste'".

Seggiaro explicó que el "cueste lo que cueste" de la lucha contra la inflación tiene un costo directo en el empleo. Para fundamentar su análisis, recurrió a la Curva de Phillips, un instrumento que muestra que "hay dos objetivos de política económica que en el corto plazo son incompatibles: el índice de precios y el nivel de empleo. Van en sentido digamos distinto", explicó. 

En sus palabras, "si vos querés bajar la inflación fuertemente, vas a tener consecuencias en términos de empleo. Y al revés también, si estás queriendo bajar los problemas de empleo, vas a terminar generando algún nivel de inflación".

El economista diferenció el corto del largo plazo: "Esto tiene que ver con la lógica del corto plazo, porque en el largo plazo puede decir lo que quiera. Puede decir, vamos a hacer como Alemania dentro de 15 años, cualquier cosa puede decir. Ahora, en el corto plazo no puede decir cualquier cosa, porque la economía tiene una lógica en términos de funcionamiento". Y añadió: "Obviamente que alguien dirá, 'Bueno, el largo plazo esto se va a acomodar'. Bueno, como dicen los adolescentes, ponele".

El problema, según Seggiaro, reside en la transición: "El tema es que en la transición del corto plazo eso no va a ocurrir porque el proceso de apertura económica, por ejemplo, genera ganadores y perdedores. Y lo de la regulación también. La destrucción de empleo de los perdedores en la transición, en el corto plazo, va más rápido que la generación de empleo de los sectores que crecen. Este es el problema". Sentenció que "es lógica en cualquier modelo económico, acá en Alemania o en Tanzania".

Impacto en salarios y consumo: proyecciones a futuro

Seggiaro proyectó que la desocupación "se va a situar en dos dígitos al último trimestre de este año sin lugar a dudas y se va a mantener en dos dígitos todo el año que viene y probablemente el 2027". Esta situación, según el economista, tendrá múltiples impactos económicos. "Una desocupación de dos dígitos, porque vos no le vas a ir a decir a tu patrón que querés un aumento salarial, si hay tres tipos en la puerta esperando el trabajo que tenés vos, ¿cierto?", graficó, explicando que "cuando la desocupación es alta, sirve como un disciplinador de salario".

Además, el alto desempleo afectará el nivel de actividad económica. "Un desocupado tiene un poder adquisitivo obviamente reducido, prácticamente nulo", explicó. Por lo tanto, "si la desocupación es de 5, 6 o 7 puntos es una cosa. Y tenemos la desocupación de dos dígitos, que es a lo que vamos, indefectiblemente nos vamos a encontrar que eso también va a tener un impacto sobre los niveles de consumo de la sociedad argentina trasladados al próximo año". 

A esto se suma que "un nivel de desocupación de dos dígitos termina también generando más niveles de precarización laboral, que es lo que ya estamos viendo que desgraciadamente también se va a profundizar de cara al año próximo".

La metodología del INDEC y la realidad del desempleo

Ante la consulta sobre la situación actual del desempleo, Seggiaro estimó que los indicadores de Gran Córdoba y Conurbano bonaerense "ya esos indicadores están en el 10%". Sin embargo, aclaró que "no hay estudios que metodológicamente puedan trabajar esto con tanta rapidez. Los datos de el segundo trimestre del año, el INDEC los va a dar a conocer oficialmente allá por septiembre".

El economista también dedicó un tramo de la entrevista a explicar la metodología del INDEC para el cálculo de la desocupación, con el fin de evitar confusiones. "La desocupación se calcula entre la gente que trabaja y la gente que está desocupada", puntualizó. Y definió al desocupado como "una persona que busca empleo y no lo encuentra".

Para ejemplificar, Seggiaro describió un caso hipotético: "Si vos no estás trabajando, yo te hago la encuesta a vos, te tocó justo a vos hacer la encuesta, yo te digo, 'Usted está trabajando, ¿trabaja? No.' La segunda pregunta es, '¿Usted buscó activamente trabajo en los últimos 15 días?' Si la respuesta es no, vos no sos un desocupado". En ese caso, la persona estaría "fuera del mercado laboral".

El economista aclaró que el INDEC no distingue entre empleo formal e informal: "Usted trabaja, sí, no te preguntan si trabajás en blanco o en negro. Está bien. Si estás trabajando, puede ser monotributista, puede ser autónomo, negro, blanco, no importa. El INDEC no discrimina eso".

Finalmente, al ser consultado si ve medidas para morigerar esta tendencia, el entrevistado fue contundente: "No, todo va en la dirección contraria. Cada vez tenemos más apertura económica, más desregulación de los mercados y más ajuste fiscal".