El joven cordobés Ismael Gonella, oriundo de Villa María, se hizo viral en los últimos días al obtener su título en Ingeniería Nuclear en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y compartir el momento junto a su madre, Analía, mediante una videollamada durante la ceremonia, un momento que rápidamente se volvió viral. En diálogo con el programa Lo que Pasa, de Radio Villa María AM930, ambos compartieron su historia de esfuerzo, formación y presente laboral.

Según consignó Radio Villa María, Ismael se convirtió en el primer universitario de su familia. “Desde chico me gusta mucho la ciencia y la tecnología, y mi vieja me ha estado apoyando siempre. Nosotros somos yo y ella, porque es madre soltera, y yo soy hijo único. Entonces, fue un logro en conjunto”, expresó el joven, visiblemente emocionado.

El flamante ingeniero explicó que cursó sus estudios en el Instituto de Tecnología Nuclear Dan Beninson gracias a una beca otorgada por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), lo que le permitió dedicarse de lleno a la carrera. Anteriormente, había iniciado Ingeniería Química en la UTN de Villa María.

“El cursado dura tres años y uno debe mantener las materias al día con un promedio mínimo de siete”, detalló Gonella. Actualmente trabaja en la CNEA, en el departamento de neutrónica, donde se realizan cálculos de balance de neutrones en reactores y se desarrollan códigos para simuladores de capacitación.

Consultado sobre el impacto de la inteligencia artificial en el sector, afirmó que, por cuestiones de seguridad, la industria nuclear no suele incorporar tecnologías recientes en los sistemas de control: “Dejar la seguridad del reactor a la disposición de inteligencia artificial es algo muy poco seguro”, indicó. No obstante, destacó que los reactores pueden ser una fuente de energía estable para centros de cálculo que utilicen IA.

Gonella también alentó a jóvenes con interés en la ciencia a explorar oportunidades de formación y becas: “Hay como un mito sobre que uno para hacer ciencia tiene que ser un genio, y esto es lo contrario. La mayor parte de la gente que hace ciencia en el país es gente que le apasiona y se esfuerza”, dijo.

Entre las oportunidades mencionadas, destacó las becas de la CNEA para estudiar en instituciones como el Balseiro o el Instituto Sábato, luego de completar dos años de una carrera afín y rendir un examen de ingreso.

Su madre, Analía, también compartió recuerdos cargados de emoción: “Desde chiquito iba en un ciclomotor paradito a las 5 de la mañana para quedarse a dormir en la casa de su abuelo, para que yo pudiera ir a trabajar”, relató. Enfermera y madre soltera, se mostró orgullosa del camino recorrido por su hijo: “Es un dragón que la pelea siempre”.

Finalmente, recordó el momento en que Ismael decidió estudiar ingeniería nuclear y cómo confió plenamente en sus capacidades: “Yo le dije: ‘Busquemos ayuda para que te preparen para el examen’. Y él me respondió: ‘No, gordita, tranquila, que yo puedo solo’. Y sí, pudo, y ahí está, viviendo su sueño”.