La Policía detuvo este lunes en la localidad correntina de General Lavalle, al supuesto autor del crimen de Sofia Agustina Bravo (26).

Según informó el Ministerio Público Fiscal, el detenido es un camionero y quedó imputado de Homicidio Calificado (Femicidio). Autoridades judiciales y policiales ya trabajan en el traslado del imputado a la sede judicial de La Carlota.

Sofía Bravo (26) desapareció el viernes 6 de enero en La Carlota. Su cuerpo sin vida fue hallado recién el sábado 14, en proximidades del cruce las rutas 8 y 4, cerca del ingreso a la localidad.

Desde Diversidad La Carlota se indicó que Sofía siempre luchó por su libertad y los derechos de las diversidades. En marzo del año pasado había sufrido un robo y violencia física mientras ejercía su trabajo sexual en proximidades de La Carlota y lo denunció. También marchó para que el cupo laboral trans se implemente en la localidad.

El sábado 7 de enero había prometido visitar a su mamá, en Marcos Juárez. Pero la habrían matado pocas horas antes. “Pedimos que la causa se caratule como un transfemicidio, porque no es un homicidio más. Estuvo motivado por cuestiones de odio que son moneda corriente, por su condición de transexual. Sofía era trabajadora sexual y desarrollaba su trabajo en un contexto violento, inseguro, de discriminación, de exclusión. Estaba desprotegida”, planteó Virginia Green, de Diversidad La Carlota.

Iván Crisóstomo, referente de la agrupación, remarcó: “Nuestra compañera era una mujer trans y la mataron por ser una mujer trans. No es un dato menor que era una trabajadora sexual y el trabajo sexual se tiene que ejercer en la marginalidad, en la ruta porque no se dan de baja los códigos que lo criminalizan en las ciudades”.

Forenses de Río Cuarto admitieron que la autopsia del cuerpo de Sofía Bravo no logró establecer la causa de la muerte, situación que podría incidir negativamente en la posibilidad de una eventual condena.

Desde el ministerio público se informó que los restos de la joven fueron enviados desde Río Cuarto a Córdoba, con el propósito de profundizar la autopsia.

En principio, el cuerpo fue identificado por su vestimenta y parte de un tatuaje (de Homero y Lisa Simpson) que tenía la víctima, aunque se aguardan estudios de ADN para su confirmación.

La data de la muerte fue estimada en más menos siete días, lo que coincide con la fecha de desaparición de Bravo. La autopsia descartó lesiones óseas traumáticas en la cabeza extremidades y tórax. Pero, por la descomposición y faltante de partes blandas, no pudieron determinar si Sofía pudo haber sido estrangulada.

Sí tomaron muestras de debajo de sus uñas, para buscar rastros de un eventual agresor, también extrajeron material para pericias genéticas y toxicológicas.