Fidel Ernesto Rosales, un joven de 21 años que era buscado desde el miércoles, apareció muerto en la tarde de ayer en una casa de la zona oeste de Rosario, donde su amigo y el presunto asesino lo tenía escondido debajo de su cama.

De acuerdo a la información que trascendió, Silvia R., mamá de la víctima, había llamado a la policía y denunciado la desaparición de su hijo. En las pesquisas, la mujer detalló que su hijo había dejado su casa la tarde del miércoles, acompañado de otro muchacho y que, desde entonces, no había tenido más noticias de su paradero.

Con los datos aportados, los oficiales se dirigieron a la vivienda de la calle La República al 8600 donde fueron atendidos por el amigo de Rosales que había sido señalado por la madre como la última persona que estuvo con la víctima.

Evasivo 

Según dejaron trascender los oficiales, el joven contestó con evasivas y eso los llevó a ingresar a la casa y proceder a una requisa exhaustiva.

En esa circunstancia, encontraron el cuerpo de Rosales sin vida debajo de la cama del sospechoso, envuelto en una sábana, maniatado y sin vestimenta.

Según las primeras observaciones del cuerpo, presentaba un corte profundo de arma blanca en la nuca.

El sospechoso, posteriormente reconocido como Leonardo Ariel T., de 23 años, quedó detenido y a disposición de la fiscal de Homicidios Dolosos, Marisol Fabbro, quien ordenó investigaciones en la vivienda.

"Eran amigos y estaban siempre juntos consumiendo drogas", confirmaron algunos de los familiares de ambas partes.

Fuente: Cadena 3