Un joven de 20 años que se encuentra en situación de calle fue detenido por la Policía como presunto autor del robo y los destrozos a la confitería, dos boleterías y un local de Rapipago en la Estación Terminal de Ómnibus de San Francisco , hecho que se registró en la madrugada de este miércoles.

En un rápido accionar, personal de la División Investigaciones, analizando cámaras del sector, pudo dar con el supuesto autor de los graves destrozos ocurridos sobre todo en la confitería de la Terminal, mientras caminaba por barrio Bouchard con un bolso y elementos denunciados como robados en los locales.

El joven es oriundo de Santo Tome y haría pocos días que se encuentra en San Francisco en situación de calle . Luego de un intensa búsqueda se lo pudo hallar caminando por dicho barrio con un bolso en el que llevaba un celular, dinero en efectivo-alrededor de 1000 pesos- y mercadería robada de la confitería, unos ocho kilogramos de milanesas de carne, de pollo y lomo.

Robaron en la Terminal de Ómnibus, prendieron fuego y causaron destrozos

El hecho se produjo alrededor de la 1.30 de este miércoles pero fue detectado por el dueño de la empresa concesionaria de la Terminal, Eduardo Borgogno que contó el inusual robo y destrozo que sufrió por primera vez en más de 20 años.

“A las 5 cuando llegué a la confitería huelo humo, pensé que algo se había quemado, veo la luz prendida en la cocina, cuando abro veo incendiado un rollo de papel que está sobre la pared, además de un changuito de supermercado que tenemos para retirar e ingresar mercadería, estaba en el medio de la cocina prendido fuego, tenía en su interior jamones, quesos, latas de cerveza. La cámara, una heladera de ocho puertas y dos frezeers estaban todos abiertos ", contó Borgogno.

Para ingresar al local, el supuesto ladrón violentó la puerta doble que da hacia la sala de espera de la Terminal. Una vez en la confitería, robó dinero, una balanza electrónica, un teléfono celular, un posnet, carne, quesos y algunas bebidas. Lo que no pudo llevarse lo prendió fuego y por milagro, ya que las llaves del gas estaban cerradas no se produjo una explosión, ya que el delincuente había dejado abiertas las perillas de la cocina.

No conforme, el ahora detenido sería responsable de los destrozos en las boleterías de las empresas Mar Chiquita y Morteros, donde sacó cables de las computadoras y los teléfonos. Mientras que en el local de Rapipago intentó violentar una puerta aunque sin éxito.