La firma de venta de hierros Luis Gudiño, ubicada en San Juan y Belgrano, fue blanco de un robo el domingo por la madrugada.

Alejandro Gudiño, de la firma, dialogó con El Periódico y explicó lo ocurrido: "Entraron el domingo entre la una y las dos de la mañana por el techo, en la cuadra son todas paredes altas, sobre Belgrano hay un tapial de Casa Godino, tendrá unos tres metros de alto, treparon por ahí, de ahí saltaron al patio de Casa Godino, de ahí subieron  al techo y de ahí al techo nuestro".

"Hubo unos vecinos que vieron a tres tipos subiéndose al tapial aunque no llamaron a la Policía. Los vecinos tenían el auto estacionado afuera. Cuando oyeron ruidos se asustaron y miraron por la ventana pero no era el auto, era el tapial, y el ruido que sintieron fue que uno se cayó del tapial y se volvió a subir. Fueron hasta arriba donde están las oficinas, del lado de afuera, y ahí hay una chapa traslúcida, plástica, fácil de romper, no es como la chapa común. La levantaron, la partieron, ahí cayeron al techo de las oficinas. En las oficinas tenemos dos pisos, cayeron como al techo del segundo piso. Ahí sí levantaron chapas, las doblaron y entraron a la parte de arriba", siguió.

Del lugar se llevaron dinero en efectivo, cheques y herramientas, entre ellas, una amoladora, una tijera, algunos discos de cortes, candados y cerraduras. El hombre contó que el dinero estaba destinado a compras: "Los sueldos los habíamos pagado, pero teníamos dos o tres compras grandes pendientes de pago anticipado a proveedores, por eso estaba ese dinero ahí".

El robo fue constatado el domingo al mediodía por el propio dueño, que pasó por el lugar, como lo hace habitualmente. "Cuando quiso sacar la alarma, había solo alarma en la oficina, es como que no responde, cuando abre la puerta y desactiva la alarma ve que faltaban pedazos de cielo raso. Se ve que estuvieron buscando si había plata ahí. Ahí se dio cuenta que habían robado. La alarma sonó, una vecina escuchó la alarma y ruidos a chapas, pero le dio miedo y se encerró, sonó un buen rato", lamentó Gudiño.

Decepción

Sobre lo ocurrido, el hombre opinó: "Tuvieron todo el tiempo del mundo para trabajar. Te sentís violado. Decís  'me esfuerzo todo el día, todo el día trabajando para que te pase esto'. Y hubo gente que vio y no hizo nada, es un poco de decepción y tristeza".