Fernando Saire (32) está un poco más cerca de presenciar el juicio a los dos policías que lo agredieron hace poco más de dos años dentro de la institución policial. Será el próximo 23 de noviembre.

Cabe recordar, que la fecha se había definido para el pasado 23 de agosto, sin embargo la Cámara del Crimen lo pasó para noviembre. Lo que faltaba era conocer la fecha exacta.

Por el grave hecho, Diego Lencina (sargento) y Gerardo Stefani (cabo primero), fueron separados de la fuerza y están imputados por abuso de autoridad y lesiones graves.

“Espero ahora poder darle un cierre ya a esta situación”, dijo Saire ante la consulta de El Periódico sobre la nueva fecha de la audiencia.

Su caso fue uno de los más brutales en el último tiempo en San Francisco, de parte de efectivos policiales hacia civiles, que por fortuna no terminó con una muerte porque al no estar esposado Fernando podía cubrirse, sobre todo, la cabeza. Sin embargo, sufrió lesiones severas que provocaron que la extirpación de un testículo.

“Sinceramente no sé qué haré el día del juicio, no sé qué dirán. No tenían justificativo para hacerme eso y me gustaría que me pidan disculpas. Nunca tuve un llamado ni un mensaje de la Policía y en ningún momento cerré las puertas de mi casa. Yo solo espero justicia”, palpitaba Fernando en una charla con este medio meses atrás.

El hecho

La crónica policial del 16 de febrero de 2019 cuenta que Fernando esa madrugada salió con amigos a divertirse. Fueron a un boliche céntrico para celebrar un cumpleaños. Una vez dentro, reconoce haber sido maltratados de manera violenta y expulsados, motivo por el cual se dirigió a la de la Departamental San Justo a radicar una denuncia.

Pero, la peor violencia se desataría dentro de la fuerza en manos de los dos policías ya que el reclamo de los jóvenes no fue tomado como tal. El resto ya se sabe: fue tal la golpiza recibida que le debieron extirpar un testículo luego de que lo llevaran al hospital ya entrada la mañana. Estudios que le realizaron en los días siguientes revelarían que como consecuencia de lo sucedido disminuyó considerablemente su fertilidad. Aunque la vida, más tarde, fue justa y le dio una oportunidad ya que con el correr de los meses pudo formar una familia.