Continúa la investigación por la muerte de un joven de 28 años de nacionalidad colombiana  que perdió la vida por un balazo en la cabeza, en una casa de vecina ciudad de Frontera. En ese marco, un hombre de 50 años de edad quedó detenido y se le secuestraron más de 100 dosis de cocaína, según comunicó la Policía.

Sin embargo, fuentes vinculadas a la causa, se encuentran trabajando buscando a otras personas que tendrían vinculación directa con el crimen en la causa que fue caratulada como "homicidio calificado por el uso de arma de fuego".

La víctima identificada como Ramiro Andrés Arsayuz Zuleta y su muerte ocurrió esta madrugada en un domicilio de calle 100 al 600.

Personal de la Comisaría Sexta de Frontera se trasladó al lugar tras recibir el alerta sobre una persona baleada en esa casa y al arriba fue recibido con hostilidad por parte de vecinos.

Ante la demora de la ambulancia, los efectivos trasladaron en una camioneta patrullera a Arsayuz Zuleta hasta el hospital Iturraspe de San Francisco, donde el joven murió poco después.

Testigo y una detención

La Policía pudo tomar testimonio a la novia de la víctima, una joven de 22 años, la cual relató que estaba llegando al domicilio de Zuleta y escuchó una explosión como de un disparo de arma de fuego y vio caído a su pareja en el piso. Razón por la cual comenzó a llamar a la Policía y a la ambulancia.

Alrededor de las 6:45 la Policía de Frontera detuvo a un hombre de 50 años, residente en las cercanías al domicilio donde se produjo el desenlace fatal. Además, el arrestado, tenía entre sus prendas una bolsa de nailon con 131 envoltorios tipo caramelo de cocaína, por lo cual intervino personal de Drogas Peligrosas de la ciudad de Rafaela.

Antecedentes

Según fuentes, el joven fallecido había sido condenado por la justicia santafesina por haber participado de una balacera en la localidad de Josefina, en diciembre de 2018, ocasión en la que se le secuestró un arma considerada de guerra.

En principio, había sido condenado a tres años de prisión de ejecución condicional, pero tras la apelación del Ministerio Público de la Acusación (MPA) la pena fue aumentada a tres años y medio por la Cámara de Segunda Instancia en lo Penal, que además revocó la condicionalidad.

Arsayus Zuleta seguía en libertad debido a que la condena no estaba firme, pues su abogado defensor había recurrido a la Corte Suprema de Justicia de la provincia.