El año empezó con un gran operativo policial donde sobre ruta 158, a escasos kilómetros de la 19, la Policía interceptó a dos automóviles que transportaban 501 kilogramos de marihuana que tenían como destino la ciudad de Córdoba.

Los tres implicados se encuentran imputados “por transporte de estupefacientes agravado por la pluralidad de intervinientes". En el caso de los mayores de edad, Marcelo Santiago Ducal (27) de Alta Gracia y Alejandro Agustín Paniagua (23), de la ciudad de Santa Fe, la acusación se agrava por la intervención de un menor de edad. Cabe recordar que también hay un chico de 16 años involucrado, quien viajaba en uno de los vehículos.

Según pudo saber El Periódico, los tres fueron procesados en esta causa que tramita la Justicia Federal de San Francisco.

Ducal y Paniagua, en tanto, continúan detenidos en la cárcel de Bouwer, en la ciudad de Córdoba al dictársele la prisión preventiva, mientras que el menor de edad permaneció sólo una semana alojado en el Complejo Esperanza, también de la misma localidad, y luego fue excarcelado.

El hecho ocurrió el martes 3 de enero, donde se procedió a las detenciones. Unos días después, estas tres personas fueron indagadas, aunque por consejo de sus abogados defensores, ninguno decidió declarar.

Asimismo se libraron cuatro órdenes de allanamientos en las ciudades de Córdoba y Santa Fe donde se incautaron elementos de interés a causa, como teléfonos celulares y también una escopeta.

Viajaba en auto

En dos autos, un Chevrolet Corsa y un Chevrolet Onix, viajaban 586 “ladrillos” de marihuana, un total de 501 kilogramos de este estupefaciente.

El primer vehículo al percatarse del control de Policía Caminera intentó girar en U sobre la ruta para volver en su recorrido, aunque no pudo lograrlo. El segundo quedó abandonado unos tres kilómetros atrás y sus dos ocupantes, entre ellos un menor de edad, quisieron huir a dedo.

La droga incautada es de una cantidad inusitada en nuestra región ya que supera los 425 kilos que se arrojaron desde un avión en 1999 y aparecieron en un campo lindero al Aero Club San Francisco, la recordada "lluvia verde".