Tras la reanudación del juicio por el crimen de Catalina Gutiérrez, este miércoles ofrecieron testimonio las médicas forenses que realizaron la autopsia del cuerpo.

Confirmaron que la joven estudiante de arquitectura tenía marcas que confirman que intentó defenderse y luchar por su vida a pesar de la violencia ejercida por Néstor Soto Aguilar.

El imputado la golpeó en el área izquierda de la cabeza, dejándole el ojo, la ceja, la sien y la mejilla morados. También quedó evidenciado que la amordazó y ató en sus muñecas, adonde tenía restos de pegamento, y ahorcó con un lazo que jamás se encontró.

El estrangulamiento se presume que fue con un elemento de tipo lazo o cinta que le dejaron una marca y ocasionó la rotura de la cara posterior de la tráquea. Lo que no se pudo determinar es si Catalina fue ahorcada por Soto por el frente o por detrás.

Fuente: La Nueva Mañana