Basta recorrer las páginas de organizaciones proteccionistas en las redes sociales para comprobar la indignación de sus miembros tras la aparición de un cachorro muerto por violación, el sábado pasado en un sector del Paseo de Sobremonte.

El aberrante hecho trascendió cuando Daniela Pampillon, una voluntaria que recorre a diario las plazas céntricas para asistir a los pichichis de la calle, encontró el cuerpo. El animal es un cachorro color miel, de orejas paradas y un inconfundible pañuelo atado al cuello. Quienes transitan habitualmente por zona de tribunales dicen que era “el perro de la plaza”.

El hallazgo
“Encontramos su cuerpito envuelto en una manta, en el sector donde habitualmente duermen los cirujas de la plaza. Como noté que tenía el ano dilatado llamé inmediatamente al veterinario que nos ayuda a asistir animales”, indicó la muchacha.

Mientras el profesional asistía el lugar, varios proteccionistas alertaron a la Policía. “Al principio nos pidieron que llamemos a Crese para que retiren el cuerpo, luego entendieron y nos mandaron un móvil con un policía que –casualmente– es médico veterinario. Entre los dos profesionales coincidieron en considerar que el perrito había muerto por desgarro anal”, relató Pampillon.

De ahí en más el caso tomó estado judicial: los proteccionistas radicaron la denuncia en la Unidad Judicial Segunda por violación a la Ley Sarmiento, y la fiscalía interviniente resolvió derivar el cuerpo del animal la morgue, donde se realizó un peritaje.

Si bien no trascendieron los resultados oficiales, extraoficialmente la información difundida enfureció más a miembros de entidades proteccionistas. Y es que las pericias confirmarían que el animal murió por desgarro pero constataría además restos de semen de dos personas distintas en el cuerpo.

Buscan testimonios
Apenas se enteraron de las novedades, las entidades proteccionistas comenzaron a reclutar testimonios de posibles testigos que conozcan la historia del animal. Los interesados son derivados a la Unidad Judicial donde prestan declaración.

Algunos de los testimonios apuntan a que el perrito era propiedad de algunos de los mendigos que habita en el paseo.

“A partir del dato fuimos a preguntar al lugar si conocían al animal. Nos respondieron que murió de parvovirus: algo falso”, explicaron los mascoteros.

“Lo que nos importa es saber quien hizo esto, para ir tranquilos a pasear con los chicos y las mascotas”, dijo Pampillon.

Piden testigos del caso
Quien pueda brindar información al respecto debe dirigirse a la Unidad Judicial 2, en Santa Rosa 1345.

Fuente: Día a Día