Le dictaron prisión preventiva a un hombre 46 años que responde a las iniciales V.H.D., quien se encuentra imputado de “tentativa de abuso sexual con acceso carnal”, contra una joven de 18 años en Frontera, informaron desde la fiscalía a cargo de Nicolás Stegmayer.

Si bien el hecho ocurrió en el mes de febrero, la detención se produjo la semana en la localidad de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, mediante un allanamiento.

Según había denunciado a El Periódico la joven atacada, todo ocurrió donde vive, en la zona conocida como "Los Eucaliptus" de la vecina ciudad.

En el momento del hecho, la víctima se encontraba junto a su hijo de 1 año. Si bien el agresor no logró abusar de ella, la golpeó ferozmente provocándole numerosas lesiones, por lo que debió ser atendida en el Hospital Iturraspe.

Además contó que el sospechoso hacía dos semanas que la seguía por la calle. Y que pese a no saber al principio que se trataba de él, hacía días que también sentía ruidos en su patio. Hasta vecinos la alertaron de que un hombre la espiaba por la ventana y que merodeaba la casa "buscando la forma de entrar".

La agresión

Sobre el día de la salvaje agresión e intento de abuso, la joven contó que ese día terminaba de acostar a su bebé, cuando se topó con el presunto agresor dentro de su casa.

"Me despierto porque sentía que me estaban observando, y ahí él entra a mi pieza, se para al frente de la cama y me dice 'qué onda'. Le pregunté quién era y me dijo que no era la primera vez que lo veía, pero sí la última", manifestó.

Ahí fue cuando el hombre le profirió la primera amenaza: que si no podía abusar de ella iba a matar a su hijo. "Después decirme eso sale caminando para la cocina como si nada pasara. Pensé en seguirle la corriente y buscar la forma de escaparme. Me levanto con mi bebé, lo siento en mi cadera como para salir corriendo si tenía que hacerlo, y él empezó a hablarme como si nada pasara. A mí me temblaba todo el cuerpo", dijo la joven madre, que agregó que el hombre le pidió que se quedara tranquila, ya que nadie sabía que él estaba allí.

Candela contó que ahí llegaron las otras amenazas. Mientras le aseguraba que nadie podía oírla, intentó escapar: "Salgo caminando para afuera, y me dice 'dónde vas, a dónde vas, quédate acá, no se te ocurra hacer nada porque total nadie te va a escuchar, y que te vas a morir, te vas a morir'. Yo pensaba solo en mi bebé, le seguía la corriente. Le dije que me había olvidado unas cosas afuera y cuando hago dos pasos, que ya estaba en la calle, me manotea de los pelos y me dice 'vos te querés ir hija de puta, yo te voy a cagar matando a vos y a tu hijo, primero te voy a violar a vos, después voy a violar a tu hijo delante tuyo y después los mato a los dos'".

La agresión duró más de una hora, según el relato de la joven: "Todo el tiempo diciéndome cosas así, me manotea de los pelos, me tapa la boca, yo le muerdo la boca y ahí fue cuando él me da una piña en la cara. Me tira al suelo y me empezó a dar la cabeza contra el piso. A todo esto yo tenía a mi bebé encima de mi panza. Yo lo cubría a él, en el momento no me importa si me pegaba, yo solamente pensaba en mi bebé, le rogaba a Dios que mi bebé no gritara para que él no se enfadara y le pegara o lo matara. Estuvo una hora, una hora y media pegándome, me llevaba, me traía por toda la calle, nadie me escuchaba, yo gritaba y él me decía que no gritara, que nadie me escuchaba y que ni los perros me iban a encontrar".

"Me tironeó toda la ropa, me había sacado el pantalón hasta las rodillas. Yo no podía arrastrarme, no podía caminar ni correr, no podía hacer nada, lo único que le pedía a Dios era que no me soltara la mano, que a mi bebé no le pasara nada", recordó Candela.

Pese a estar golpeada, la joven pudo escapar con su bebé por sus propios medios hasta la casa de un familiar. Radicó la denuncia y horas después, abandonó la ciudad. Tras hacerlo, se enteró que el mismo día del presunto intento de abuso, el hombre regresó tres veces más a buscarla.