Con el dolor lantente aún por la muerte del perro Chocolate a manos de un vecino en San Francisco, una historia similar enluta por estas horas a una familia de Río Ceballos, la que vio morir a Bunky ayer jueves, después de haber sido brutalmente atacado a machetazos. 

Eran las 11.30 del miércoles a la noche, cuando Sebastián y sus dos hijas (de 11 y 12 años) estaban en su casa a la espera de que llegara de su trabajo, Luciana, su mujer, cuando Bunky, su mascota desde hace seis años, de pelaje castaño y talla pequeña, entró a la casa bañado en sangre. El animal había salido como casi todos los días a dar una vuelta por la cuadra y, siempre según el relato de los vecinos, ingresó esta vez a la vivienda de un propietario, a metros de su hogar. 

"Nunca lo tuvimos atado porque no nos gusta, porque nunca tuvimos problemas, es un perrito chico y volvió así. Por qué le hicieron esto", se preguntó la mujer, quien dijo que la misma Policía le indicó que realice la denuncia.

En medio del dolor de verlo a Bunky desfallecer, les tomaron unas fotos y siguieron los rastros del gotas de sangre que conducían a la casa de un vecino. "Dicen que la perra de este hombre estaba en celos, y Bunky se habrá metido, pero me podría haber avisado, hacíamos algo, pero no esto", relató Luciana.

La familia recurrió al municipio para pedir ayuda, donde los derivaron a la veterinaria y la respuesta fue la peor: sacrificar el animal porque no podría sobrevivir a la cantidad de cortes que recibió del agresor. Ayer por la mañana falleció Bunky y, de inmediato, las organizaciones de proteccionistas de animales se contactaron con la familia y trabajan en la recopilación de datos de lo sucedido.

Fuente. Día a Día