A través de un juicio abreviado, un joven de 20 años, cuyas iniciales son T.B., fue declarado responsable de homicidio culposo en un confuso episodio que terminó con la muerte de quien era su novia en 2018, Giuliana Cáceres, de 15 años. También se lo declaró responsable por el delito de tenencia de arma.

T.B. tenía 17 años cuando al manipular un arma de fuego se le escapó un disparo, cuya bala impactó en la cabeza de la adolescente.

La audiencia se llevó adelante en la mañana de este martes en tribunales e intervino como juez Andrés Peretti, magistrado que se encuentra al frente del Juzgado de Niñez, Juventud, Violencia Familiar y Penal Juvenil de nuestra ciudad. En tanto que la querella (representante de los familiares) prestó su consentimiento para el desarrollo del abreviado.

Ante su condición de menor de edad en momentos en que sucedió el trágico hecho, el imputado fue declarado responsable del delito que se le atribuyó, aunque no deberá cumplir prisión efectiva sino que será sometido a un periodo de prueba con condiciones por un año. Entre esas condiciones pudo saber El Periódico, se encuentran: no delinquir, finalizar la escuela secundaria, hacer tratamiento psicológico, no molestar a la familia de la víctima y estar a disposición del Juzgado cada vez que se lo requiera, entre otros puntos. En caso de incumplimiento, se le impondrán tres años de pena.

La investigación sostuvo que el joven manipulaba un arma calibre 32 cuando se le escapó el tiro ese 16 de junio de 2018, en el domicilio de calle Alberdi al 1300. Aunque estuvo alojado un breve lapso de tiempo en el Complejo Esperanza en la ciudad de Córdoba, T.B. fue liberado y siguió el proceso hasta hoy en esa condición.

Tras el disparo, Giuliana estuvo internada en terapia intensiva del hospital Iturraspe, con asistencia respiratoria, por unos diez días, pero terminó falleciendo.

Reacción de la familia

Previo a la audiencia , Romanela Cáceres (21), hermana de Giuliana, sostuvo a El Periódico que llegó una fecha “muy esperada”, la cual vivía con impotencia. Aclaró que esperaba justicia y que si no llegara en esta jornada “en algún momento habrá justicia divina; a mi hermana no me la van devolver más”, reflexionaba.

Consultada sobre la relación entre su hermana y su pareja, sostuvo que a la vista parecían una pareja perfecta, “pero había mucho celo” y que el joven “la controlaba todo el tiempo”.

También se refirió al arma de fuego con la que se le dio muerte a la menor: “El arma era de él, no sabíamos que tenía una, que jugaba con el arma, entonces para nosotros no fue un hecho accidental”, explicaba.

Una vez conocida la sentencia, la familia, padres y hermanos de Giuliana, endilgaron responsabilidad a la persona mayor de edad (padrino del imputado) que esa noche se encontraba en la casa, de la que era dueño, junto a la pareja.  

Liliana Carranza, madre de la víctima, aseguró sentir impotencia y contó que en la audiencia se dirigió al acusado y le señaló: “Nadie tiene derecho a decidir sobre el tiempo de vida de otra persona, se alteró el orden de la vida, un hijo es el que entierra a un padre”.