El arma con la que ejecutaron al médico ginecólogo Daniel Casermeiro (61) sigue sin aparecer. Su teléfono celular, con el que hizo sus últimas llamadas hace exactamente un año también. Son quizás estos dos de los misterios que todavía envuelven a un caso que trascendió las fronteras de la ciudad. Un crimen a sangre fría que tiene al momento a un único sospechoso: Gerardo Luis Gette (58), imputado como presunto autor del homicidio y detenido en la cárcel de San Francisco.

Este sábado se cumple un año de la desaparición del ginecólogo, quien una semana después fue hallado sin vida en un descampado. Una causa que no tuvo más avances desde febrero pasado.

Sin dudas para la fiscalía

Para Bernardo Alberione no hubo dudas de que Gette fue quien ultimó de un disparo en la nuca al médico, a quien llamaba su “amigo”. El 21 de febrero pasado, al dictar la prisión preventiva, el fiscal de Delitos Complejos aseguró que el único imputado en el caso le debía una importante suma de dinero a Casermeiro, lo que motivó –según la investigación- el crimen.

“Por los fundamentos que se evalúan existen muchos elementos analizados en conjunto que nos llevan a tener el grado de certeza para mantener la imputación y dictar la prisión preventiva”, explicaba Alberione y remarcaba la existencia de un vínculo comercial entre la víctima y el presunto victimario: “Podemos asegurar que el motivo del accionar de Gette es una deuda”, subrayaba.

Caso Casermeiro: a un año de su desaparición, no hay rastros del arma homicida ni de su teléfono
Bernardo Alberione. 

Meses después, el Juzgado de Control confirmó la prisión preventiva y los defensores del acusado, los abogados José Valverde y Fernando Martini apelaron la resolución ante la Cámara Criminal y Correccional de la ciudad de Bell Ville, que aún no se expidió.

Desde la fiscalía indican que este año se trabajó en la causa, incorporando nuevos elementos (algo que la defensa desconoce). El próximo paso podría ser la elevación a juicio.

Chivo expiatorio para la defensa

Uno de los abogados de Gette, Fernando Martini, explicó que el expediente principal se encuentra en Bell Ville, sin embargo criticó que en San Francisco no hubo continuidad de la investigación en todo este tiempo: “En concreto no se incorporaron nuevas pruebas y no existe la intención de hacerlo. No hay intención de llevar adelante una investigación profunda, real y completa”, señaló.

Martini agregó que la fiscalía podía haber abordado otras hipótesis “palmarias de la lectura del expediente”, pero “prefirió descartarlas centrándose solo desde el inicio de la causa en Gette”.

Caso Casermeiro: a un año de su desaparición, no hay rastros del arma homicida ni de su teléfono
Fernando Martini.

“Del expediente surge que Casermeiro tenía inconvenientes con muchas más personas que con Gette, con quien no queda expuesto que haya tenido problemas. Sí queda en evidencia en el expediente que a Casermeiro varias personas le debía una gran cantidad de dinero y que tenía muchas operaciones distintas y muy alejadas de la apariencia que se le pretende dar a la deuda que dicen existir entre Gette y el doctor Casermeiro por un supuesto departamento”.

El abogado reconoció que este 2020 fue atípico por la pandemia, perjudicando el trabajo en el Poder Judicial, aunque aclaró que no esperaba una demora de esta magnitud: “Cada día que pasa se acrecienta un daño irreparable en Gette por esta acusación injusta y arbitraria. Pero más allá de la situación personal, lo que más afecta esta demora judicial es a la verdad porque en todo este lapso él o los verdaderos homicidas han tenido el tiempo suficiente para eliminar cualquier elemento de prueba que los pueda relacionar con la causa y garantizar su impunidad”.

Por último, Martini respondió a la pregunta de por qué su defendido no declara, siendo que sostiene ser inocente: “No declara por consejo de sus defensores, desde el inicio de la causa vimos como expresamente la fiscalía descartó los elementos que llevaban a la inocencia de Gette. Al mismo tiempo diseñaron argumentos incoherentes e inexistente para culparlo. Entonces, facilitarse una declaración a una fiscalía comprometida por tener un culpable y no descubrir al verdadero es exponerse a una mecánica incriminatoria. De todos modos, llegado el momento lo hará”, concluyó.

CLAVES

- El jueves 19 de diciembre Daniel Casermeiro dejó por la mañana el consultorio donde atendía en el Sanatorio Argentino, aparentemente para realizar un trámite bancario y nunca volvió pese a que había pacientes con turno esperándolo.

- Una semana después, el médico apareció muerto en una zona aledaña a la ruta vieja que va hacia Luxardo.

- Gerardo Gette, a quien se lo vio con Casermeiro el día 19, fue detenido en la madrugada del 27 de diciembre. Está imputado por homicidio calificado. Se abstuvo de declarar y negó los hechos que se le imputan.

- Según el fiscal Alberione, el móvil sigue siendo el “económico”. 

- La autopsia del cuerpo confirmó que la fecha del deceso del médico coincide con el día de su desaparición.

- El auto abandonado del médico apareció en un descampado. En su baúl había unos ocho millones de pesos.


Cámaras, elemento clave para la investigación

Según la resolución donde se dictó la preventiva, el 19 de diciembre de 2019, hace un año, Gette y Casermeiro se encontraron en el Sanatorio Argentino alrededor de las 10, previos llamados telefónicos entre ambos. El primero llegó en su camioneta VW Amarok, la que dejó estacionada en inmediaciones al centro de salud. Tras una charla, los dos terminaron retirándose juntos en el automóvil BMW del ginecólogo –según la reconstrucción- hacia Luxardo.

Dos testigos de esa pequeña localidad lo ubican a Casermeiro en el lugar, donde incluso compró bebidas, aunque nadie pudo detectar si estaba acompañado. Según el fiscal, todo terminaría en el camino paralelo a la ruta provincial 1, donde apareció muerto la víctima. Luego, nuevas filmaciones marcan el trayecto de vuelta de Gette a la ciudad, caminando, a retirar su camioneta.

Otra prueba que la fiscalía mencionó como clave fue la entrega de un arma calibre 22 a Gette por parte de un familiar, hecho que ocurrió hace un par de años. Con un arma de ese tipo ejecutaron a Casermeiro por la espalda.