La incredulidad y el enojo reinaron en Ravignani al 2300 luego de que Jorge Mangeri admitió ser el responsable del homicidio de Ángeles Rawson. L os vecinos estaban sorprendidos, en tanto que la familia del acusado delasesinato insistió sobre una supuesta presión para que se declarara culpable.

En los alrededores del inmueble sólo se advertían sorpresa, incredulidad y hasta un poco de desconfianza. No eran muchos los vecinos que opinaban sobre Mangeri, menos aún los que habitan el mismo inmueble donde trabajaba el encargado. Con miradas esquivas y pasos ágiles, hombres y mujeres intentaban alejarse de las preguntas de la nacion.

Una vecina que dijo llamarse Lily, que pasaba por el frente del edificio de Ángeles, dijo: "Parecía una buena persona [por Mangeri]. Siempre cruzábamos un saludo de buen día cuando pasaba por acá para buscar a mi nieta. Y nada más".

La quietud del lugar sólo se vio interrumpida a las 18, momento en que la esposa de Mangeri, Diana Saettone, descendió de un taxi acompañada de su hermano Raúl. Regresaba de una reunión con el abogado Miguel Pierri.

La mujer, consternada y con un cuello ortopédico -que, según relataron allegados, hacía tiempo que debía usar por prescripción médica-, no hizo declaraciones y enseguida ingresó en su vivienda.

"Ahora está descansando, ya que sufre de cáncer", sostuvo Paula, prima de la mujer, minutos más tarde a la nacion.

Convencidos de su inocencia, los allegados al único imputado realizarán esta noche una convocatoria a las 20, frente al edificio donde residía Ángeles, para apoyarlo. A Julio, el encargado de un edificio lindero, le gustaría participar para defender a su colega, pero aclaró: "Tengo que trabajar".

"Queremos reclamar justicia. Está claro que lo que dijo Jorge parecía como repetido de un libreto", dijo a LA NACION un familiar cercano que ayer acompañaba a Saettone en su hogar.

La mujer, que prefirió mantener en reserva su identidad, insistía en las denuncias públicas realizadas días atrás por Saettone sobre que su esposo había sufrido apremios ilegales de la policía para que declarara en su contra.