Estafadores telefónicos siguen con diferentes modalidades para robar a sus víctimas con la excusa de falsos premios. Una de estas formas ahora es una inexistente orden de compra de miles de pesos del Supermercado Vea (que bien puede ser otro, según la ciudad de la víctima), para lo cual exigen a las víctimas que se trasladen de forma urgente al cajero automático más cercano, sin cortar la comunicación, y de esa forma obtener los datos de usuario y vaciarle la cuenta. Y por más increíble que parezca el sistema del falso premio, lamentablemente muchas veces consiguen el objetivo. 

A través de un vecino que recibió una llamada de uno de estos tantos estafadores, El Periódico pudo saber que el intento de estafa se hizo a través de llamada de Whatsapp con un número telefónico de Córdoba capital: 351 8197143. El estafador, con marcado acento cordobés, se hacía pasar por el gerente comercial del Supermercado Vea y en la foto de perfil se muestra el logo del supermercado. Utilizaba el falso nombre de Jorge Acosta.

Si bien este vecino se dio cuenta de la estafa desde el primer momento, siguió la comunicación para conocer la modalidad del robo que querían cometer. Esta vez, el ardid era que se había ganado una orden de compra de 90 mil pesos (20 mil en el acto y otros 70 mil después) por un sorteo que había efectuado el Supermercado Vea en todo el país para celebrar su 50 aniversario, lo que también es falso.

Con distintas preguntas acerca del estado de ánimo de la víctima al enterarse de tan importante premio, además de demostrar conocimiento de algunas de las características de la ciudad y la ubicación de antiguos comercios ubicados en la zona actual del supermercado, intentan "engolosinar" a la víctima y crear confianza.

Luego, le explican que para activar la orden de compra la operación se tiene que hacer a través de una cuenta bancaria y para lo cual piden a la víctima que anote una serie de códigos y números para hacer una operación. Más adelante, consultan si es posible ir en ese momento a un cajero automático, el tiempo que podría tardar, la distancia con el banco y para ello no debe cortar la comunicación, ya que debe permanecer en línea para que puedan guiarlo durante toda la operación ya en la sucursal bancaria.

De esta forma, intentan generar una transferencia en efectivo de miles de pesos o bien hacerse con los datos de la tarjeta y PIN de la víctima para vaciarle la cuenta, como lamentablemente ocurrió en muchos casos denunciados. 

Tristemente estos intentos de estafas muchas veces se terminan concretando, principalmente en personas mayores de edad que confían en el falso premio o bien en otras personas que por la necesidad del dinero no advierten la maniobra de la que están siendo víctimas.

Desde la cárcel

En noviembre pasado, la Policía local logró desbaratar una banda presuntamente dedicada a realizar estafas telefónicas a personas de otras ciudades.

Según se desprende de la investigación, el centro de operaciones de esta banda funcionaba en la cárcel de San Francisco, desde donde se habrían realizado múltiples llamadas para concretar los engaños. Los internos contaban con varios cómplices por fuera de la cárcel que serían los encargados de finalizar las maniobras de las estafas.