A los 16 años, “Pocholito” acumula cada vez más causas penales en su pequeña espalda: fue acusado de homicidio y se le endilga otro intento de asesinato, además de haber sido apresado varias veces por robos calificados, siempre en las ciudades de San Francisco y en la aledaña Frontera.

El 28 de marzo último, “Pocholito” y otro joven de 15 años escaparon de Complejo Esperanza, el centro para adolescentes en conflicto con la ley penal ubicado en la periferia sur de la ciudad de Córdoba, ya en jurisdicción de la comuna de Bouwer.

En esa oportunidad, junto a su cómplice cortaron unos barrotes con una sierra, salieron al exterior del instituto San Jorge y lograron trepar un alambrado sin que nadie se percatara, ni los guardias de los centros ni los penitenciarios que vigilan el perímetro.

Todo ocurrió cerca de las 4 de la madrugada, en medio de una tormenta.

Ahora, los policías de la localidad santafesina de Frontera, separada de la ciudad cordobesa de San Francisco por una calle, descubrieron que el huidizo adolescente se estaba escondiendo en una tapera ubicada en una zona rural de Frontera.

Y hasta allí fueron para detenerlo.

Sin embargo, desde una ventana, “Pocholito” los recibió con una andanada de balazos, momento en que aprovechó para escapar por un hueco de la construcción que da hacia una zona de altos pastizales.

En el lugar, dejó abandonada una moto Honda Twister 250, que había sido robada el 3 de este mes en Miramar. También se hallaron tres proyectiles calibre 38.

“Pocholito”, contaron fuentes de Complejo Esperanza, es un caso difícil.

A poco de haber ingresado en ese centro, en una causa por robo calificado en San Francisco, pronto comenzó a posicionarse como un líder interno. Y a someter a otros jóvenes a los que obligaba a traficar drogas cuando tenían salidas transitorias.

Prontuario

El adolescente estaba alojado allí luego de ser involucrado en el violento asalto al repartidor Adrián Cravero, ocurrido el 2 de abril de 2015 en San Francisco. La víctima sobrevivió tras ser baleada por dos ladrones.

Sin embargo, recién fue detenido el 13 de julio del año pasado, cuando junto a sus abuelos se presentó en los Tribunales de Rafael a, Santa Fe, donde lo buscaban por el homicidio de Santiago Abraham Dávila (56), familiar de la intendenta de Frontera.

El 7 de julio de 2016, Dávila fue asesinado a tiros desde una moto cuando los atacantes intentaban matar a su hijo.

Según se conoció, a “Pocholito” también se le endilgan varios casos más de robos y agresiones, todos en las ciudades de San Francisco y Frontera.

Su historia tiene otro costado dramático: en noviembre de 2013, su madre y su padrastro murieron quemados en medio de una violenta discusión que ocurrió en una vivienda de barrio Parque, en San Francisco.

Aunque al principio se sospechó de un incendio, los peritajes demostraron que la pareja había sido rociada con un líquido inflamable, antes de prenderse fuego de manera intencional.

Además, una hermana del joven se quitó la vida hace casi un año.

Se sospecha que ahora, ya evadido de Complejo Esperanza, “Pocholito” también participó del violento asalto a un camionero, que ocurrió el miércoles de la semana pasada en la población santafesina de Josefina, también próxima a San Francisco. La víctima fue baleada y se recupera.

Fuente: La Voz del Interior