Tranquila, casi siempre recostada y muy cariñosa, Lucile es una perra mestiza que pasa sus últimos días en el refugio de la Protectora de Animales de San Franciso, donde vive desde hace varios años. Por su edad, necesita más atención y por eso desde la entidad solicitaron la ayuda de una familia o persona que la adopte para poder cuidarla hasta sus últimos días.

Es de color negro, tamaño mediana y muy educada. Pasa bastante tiempo recostada, por lo que se puede adaptar a cualquier hogar, destacan desde la Protectora, que se hace cargo de los gastos de comida, veterinarios y demás. Solo necesita cuidados especiales por su edad. 

Quienes quieran adoptarla y hacer que Lucile tenga el hogar que merece, pueden contactarse por mensaje privado al Facebook de la Protectora.