A causa del profundo cariño que sienten por sus mascotas, muchas personas tienden a humanizarlas. Se trata de una tendencia que ha ido cobrando fuerza gradualmente, con el paso de los años, lo que genera mayores cuidados y respeto hacia los animales.

Juan Carlos Ambrosio, veterinario con casi 30 años de experiencia, coincide en que hay una tendencia a una humanización hacia los animales en sí, en general, no sólo hacia el perro y gato. Y lo destaca como algo muy positivo. “Me parece muy bien porque antes el perro y el gato eran animales que estaban en el patio de la casa y cuando estaban bien, estaban bien; y si se enfermaban muchas veces se los dejaba morir. Tampoco había especialización, no había quién se dedicara, porque esto es una especialización, es muy difícil para el que hace clínica médica de pequeños animales”, asegura.

Si bien el profesional ve con buenos ojos el cambio de paradigma, traza ciertos límites. Explica que es algo que se fue dando de manera gradual y asegura que hoy por hoy la gente “está mucho más sensible con los animales” y los llevan tanto para atenciones en clínica médica como para prevención vacunándolos o desparasitándolos.

“También les dispensan un trato muy bueno porque viven con ellos, es prácticamente un integrante más de la familia, hasta le compran ropa, moisés y esas cosas”, agrega.

Estética

La atención de cuestiones estéticas también se ha incrementado, afirma Ambrosio, que recuerda que antiguamente se hacían los cortes sanitarios. “Se les pasaba la máquina, se los pelaba allá por octubre o noviembre, entonces quedaban frescos durante todo el verano. Cuando llegaba el invierno tenían 1 o 2 centímetros de pelo y hasta el otro verano no se tocaban más. En cambio hoy por hoy hay gente que lleva al perro a la peluquería semanalmente, quincenalmente, una vez por mes, o sea que durante todo el año se hace peluquería”, fundamenta.

Productos

Esta tendencia no pasó desapercibida por las empresas, que ya ofrecen productos de los más variados para las mascotas.

Sólo en shampoo, por ejemplo, los hay clasificados por color de pelaje o, incluso, por efectos deseados. “Los productos que se ponen sobre el animal para el pelo son prácticamente como los de los humanos”, manifiesta.

En ropa también. Ante esto, Ambrosio aconseja utilizar prendas simples y sólo en aquellos animales que la requieran. “Hay perritos que sí la necesitan, pero otros que no, como los perros grandes, que tienen más vitalidad. Yo recomendaría algo simple, porque los he visto con poleritas, con capuchas, y les molesta”, aclara.

 “No hay que humanizarlo, a veces les hacen un daño, ellos no dejan de ser animales. Agua, comida y una casa es suficiente para ellos”, concluyó.

Clientes

Consultado sobre las exigencias del cliente, refiere a que hay distintas clases. “Hay quienes quieren hacer un corte y un baño sanitario, simplemente por una cuestión de higiene, y otros que apuestan a un tipo de peluquería más estética”.