Verónica (32) –nombre ficticio para proteger su identidad– es una de las 33 mujeres de la ciudad que tienen un botón antipánico por sobrellevar situaciones graves de violencia de género provocadas por una expareja.

A lo largo de varios años sufrió golpes, insultos y amenazas por parte de su exmarido. Los padeció en silencio, con el miedo gigante de que esas agresiones lastimaran alguna vez a sus hijos. Hasta que un día la virulencia del ataque la llevó a radicar la denuncia y a pedir un botón antipánico.

Pese a esto, y con razón, reniega de su aparato. “Es un dispositivo machista -sostiene-, esto de tener a la mujer controlada y no al varón que es el que ejerce la violencia”.

Desde un primer momento a Verónica no le agradó para nada saber que iba a estar controlada las 24 horas, de todos modos no le quedó otra opción que aceptarlo o esperar un desenlace peor.

Tranquilidad y recelo

Hace más de 8 meses que esta víctima de la violencia de género carga consigo el botón antipánico. Asegura que le da tranquilidad aunque todavía no se atrevió a usarlo, pese a que vivió situaciones de maltrato.

“No lo apreté nunca, me genera cierto recelo y miedo también. Miedo a que él lo tome mal y genere más violencia. He tenido episodios donde debería haberlo usado”, cuenta la mujer.

Fallas en el sistema

Según la víctima, el botón está lejos de ser una respuesta a la violencia de género ya que en muchas ocasiones el aparato se tildó y en otras oportunidades, cuando intentaba volver a la normalidad de su vida, se lo olvidaba.

“Me ha pasado muchas veces que el sistema quedó bloqueado. Me han llamado a las 5 de la mañana para que apague y prenda el dispositivo, o sea que no es algo cien por ciento seguro”, comenta. Y agrega: “Si bien es algo pequeño, tenés que tener una cartera sí o sí para llevarlo. Hay muchas mujeres que si tenemos que salir no queremos llevar carteras-ya sufrió varios arrebatos-, entonces se complica. Y en días de mucho trabajo y ante las actividades diarias puede pasar que una se lo olvide”, sostiene.

Verónica sabe que el botón no es la solución a los problemas de violencia de género, sin embargo es un paso que a muchas mujeres les cuesta llegar. “La decisión de denunciar a la persona que te golpea es la más difícil, porque en un momento era alguien amado, pero tenemos que pensar, tomar valor y defender nuestra vida”, finaliza.

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Hay 34 botones monitoreados

Según datos policiales, existen 34 botones antipánicos entregados en la ciudad a los cuales se les hace un seguimiento permanentemente. Son 33 aparatos que poseen mujeres de distintas edades y uno que pidió un hombre mayor

Tiene el tamaño de un MP3, cuenta con un GPS que arroja su ubicación. “Existe un soporte informático que hace un seguimiento respecto a la ubicación de la mujer-explica el comisario Héctor Roldán-. El sistema también nos permite determinar cuándo el botón se está quedando sin batería o está apagado, entonces hay un protocolo para que las operadoras se comuniquen con las víctima”.

Según el funcionario policial, diariamente se denuncian o se solicitan móviles por situaciones de violencia doméstica.

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Dónde denunciar

-0800-888-9898 es la línea gratuita de asesoramiento y denuncia de alcance provincial.

-Unidad de Asistencia Integral en Violencia de Género y Familia (Casa del Niño. 2º Piso). De 7 a 13.30. Tel: (03564) 439124-439135

-Secretaría de Violencia Familiar. 2do piso de tribunales. (03564) 475000 (Int. 4). De lunes a viernes de 8 a 13.30.

-Unidad Regional 6 de Policía. Tel: 101.