“Llevé a mi bebé a distintos vacunatorios, del Hospital, la Asistencia y centros privados para colocarle la vacuna contra la meningitis como nos recomendó el pediatra y en ningún lugar tenían dosis, que llamáramos a la semana siguiente porque podía entrar. Hace dos meses que habérsela colocada y nada”, contó indignado un lector de El Periódico que envió su inquietud a nuestras redes sociales.

Su caso no es ciertamente una excepción. Son varios los padres que manifestaron su inquietud al no poder acceder a dicha vacuna debido a una insuficiente provisión de dosis por parte del gobierno nacional.

La pediatra y vicedirectora del Hospital Iturraspe, Verónica Pepino, negó el faltante de dosis pero admitió que les están entregando menos cantidad.  

“Fue esta semana que nos hemos quedado sin dosis que no nos han mandado desde la Provincia, pero es algo momentáneo porque recién está empezando el mes, pero mandarán en breve. En realidad nos están entregando menos cantidad, tal vez cuando algunas familias llegan ya se colocaron las dosis en otros niños pero no es que esté en falta”, manifestó la profesional médica.

Algunos reclamos

Según Pepino, estas situaciones se irán regularizando: “El Hospital Regional es cabecera del Departamento San Justo, en la última entrega nos enviaron algo así como 700 dosis y no nos alcanza para cubrir la demanda para todas las localidades, pero la comunicación con el Ministerio de Salud es fluida y la reposición es constante”, tranquilizó.

También admitió que hubo reclamos puntuales de pacientes que no pudieron vacunar a sus hijos y pidieron por su derecho de estar inmunizado ante la enfermedad, “pero no ha sido una queja masiva porque las dosis van llegando y se colocan”, aseguró.

La enfermedad

La meningitis es la infección los tejidos que recubren el cerebro y la médula espinal. Su causa puede ser un virus (es más leve) o una bacteria, que en ese caso puede llegar a ser grave y el paciente necesita tratamiento inmediato ya que puede dejar secuelas serias e incluso causar la muerte.

Los nenes menores de 1 año constituyen el grupo más vulnerable, mientras que los adolescentes y adultos pueden ser portadores del germen y transmitirlo a los lactantes y chicos pequeños con mayor riesgo de enfermar.