Una familia de San Francisco fue estafada la semana pasada con un una modalidad de "cuento del tío": haciéndose pasar por compradores de una moto que ellos vendían, los delincuentes les hicieron creer que les habían transferido dinero de más por el rodado, cuando en realidad el dinero que depositaron en su cuenta fue de un crédito que tomaron a su nombre. Por fortuna, el dinero "de sobra" no llegó a ser transferido ya que la familia se dio cuenta de que algo raro estaba pasando, frenando la transacción a tiempo y evitando que el engaño tuviera peores consecuencias.

Claudio Werlen, el hombre estafado, dialogó con El Periódico y dio detalles de lo ocurrido. Según contó, primero fue una mujer la que se comunicó con ellos, con la premisa de que su hermano quería el rodado. Luego fue el hombre el que llamó, pidiendo detalles de la moto y aduciendo que la quería comprar por lo que le pidió el CBU y aseguró haberle depositado el monto de la moto: 60 mil pesos. Para ello le envió un comprobante, aunque falso, ya que el depósito nunca existió. De todas maneras la familia aún no lo había comprobado, ya que la moto aún no se entregaría hasta tanto estuviera la transferencia realizada.

Una familia de San Francisco fue estafada con el "cuento del tío"
El comprobante falso de la transferencia que nunca existió.

Con la excusa de que el depósito había hecho desde una cuenta de una empresa, le pidieron al hombre "hacer una aceptación" en el cajero, por lo que le pidieron que se acercara a un banco. Una vez en el banco, le pidieron a Werlen cambiar la clave del homebanking, cosa que lo hizo dudar, aunque lo concretó.


Mientras los delincuentes, clave en mano, pedían un crédito a través de internet a nombre de Werlen, el hombre comprobó que en su cuenta, que anteriormente no tenía fondos, había 380 mil pesos depositados. En ese momento el delincuente, que intentaba guiarlo para obtener ese supuesto comprobante, le comunicó que se había equivocado en el monto al momento de transferir y que lo iba a llamar su papá para explicarle cómo devolverle el dinero.

Seguidamente, el supuesto padre del comprador lo llamó, amenazándolo con que le devolviera el dinero que le habían depositado por error. Pero como la familia, alertada de casos similares que habían terminado en estafa ya se había comunicado con un empleado bancario amigo, Werlen se dio cuenta de que la maniobra no era más que un engaño y frenó la transacción. 

Fue eso lo que evitó que la familia "regalara" más de 300 mil pesos y comenzara a pagar las cuotas de un crédito que nunca pidió. Aunque de todas formas debieron hacerse cargo del costo que tuvo el trámite por la toma del préstamo.

"Tengan cuidado, están en todos lados", alertó la familia a través de las redes sociales donde hicieron pública la situación.

Werlen y su familia agradecieron al empleado bancario por la información, a los empleados de atención al público del banco y a la Policía que les tomó la denuncia.