Un juez federal le ordenó al Servicio Penitenciario que cumpla con normas nacionales e internacionales y con una reglamentación provincial de 1997 que determina que los presos no pueden ser trasladados encadenados, informó La Voz del Interior.

La medida del juez de Río Cuarto, Carlos Ochoa, se aplica sólo a los presos federales y surge en respuesta a un hábeas corpus colectivo y correctivo presentado por el defensor oficial  de esa jurisdicción, Juan Pulcini.

Cabe resaltar, que en San Francisco (como en Córdoba y Villa María) también se tramitan hábeas corpus similares, con los cuales los defensores oficiales intentan revertir el procedimiento que se cumple en toda la provincia.

El 20 de mayo pasado, un preso fue trasladado desde la cárcel hasta los Tribunales de Río Cuarto como habitualmente ocurre: maniatado con cadenas y un candado en sus muñecas.

Ante una funcionaria del Juzgado, el defensor oficial Pulcini pidió que se certificara que el detenido presentaba escoriaciones y moretones en sus manos.

Esa circunstancia fue clave para que el juez Ochoa dispusiera en sólo una semana ordenar al Servicio Penitenciario que se limite a cumplir con las normativas para el traslado, pese a que desde el Servicio se informó que sólo se utilizan esposas y manillas de sujeción.

En San Francisco

Tal como lo diera a conocer El Periódico dos semanas atrás, en nuestra ciudad el defensor federal Esteban Lozada pidió el cese del uso de cadenas en iguales circunstancias.

Esta situación quedó en evidencia durante la presentación del primer hábeas corpus colectivo correctivo en San Francisco, donde el juez Mario Garzón hizo reconstruir el procedimiento de traslado.

Tras una intervención de la Cámara Federal, ahora el juez de San Francisco volvió a tratar el planteo, con la intervención de la Procuración Penitenciaria de la Nación (como amicus curiae), que pidió que se acumularan las presentaciones similares que realizaron en Villa María y en Córdoba capital las defensoras oficiales Luz Felipe y Mercedes Crespi, respectivamente.