Roberto Viotti, pionero en la Ingeniería en Sistemas y un apasionado por su profesión
Cuando no había muchas computadoras Roberto Viotti se animó a estudiar una carrera que recién se abría en UTN San Francisco. El ingeniero le hace honor a una profesión dinámica de la que aprendió todo y siente orgullo.
En los ’80 cuando las computadoras no abundaban se abrió en UTN San Francisco la carrera de Ingeniería en Sistemas de Información. Era una propuesta novedosa, pero de la que nadie sabía mucho y embarcados en la curiosidad se anotaron principalmente los primeros estudiantes.
Uno de esos adolescentes era Roberto Viotti que a la postre terminó siendo uno de los primeros egresados de esa carrera y en retrospectiva es uno de los de mayor antigüedad en el rubro en la ciudad.
“Nos demoramos un poquito más, terminamos unos años, con el tema ya estábamos trabajando nos demoramos un poquito. Empezamos en el ‘92 a desarrollar un sistema junto con otros socios míos que también estudiaron conmigo”, recordó en declaraciones a El Periódico.
No muchos pensaban en aquellos años que la carrera sería tan prometedora, incluso en la UTN de esa época había un solo gabinete y convencer a los clientes les costó mucho a esos jóvenes ingenieros, pero las ilusiones y el empuje los sacaron adelante.
“Desde entonces estamos desarrollando software de tipo comercial y educativo también, y ahí estamos. Iniciamos esta empresa (Univac) con mis dos socios y ahora sigo yo, ellos tuvieron otras oportunidades y me quedé tirando del carro”, dijo con orgullo.
Inicios duros
Cuando comenzó su inserción en el mundo laboral, siendo todavía estudiante, se encontró con un panorama difícil. “Fue muy duro”, aseguró.
“Estamos hablando ya de treinta y pico años atrás donde la computadora no era de acceso común como es ahora. Antes la usaban algunas empresas, pero en general la empresa no estaba informatizada, la escuela no estaba informatizada, las entidades públicas no estaban informatizadas, entonces era todo nuevo”, detalló.
Viotti resaltó que “no fue sencillo, había gente que estaba muy predispuesta a la innovación, pero otras personas eran reacias”. Incluso algunos lugares fueron más difíciles para que inicie la modernización.
“Por ejemplo, nos costó más en la escuela, donde había gente que hacía muchos años que ya venía trabajando de determinada forma, imagínate que de repente venía alguien de afuera con un sistema y pensaban que lo primero que va a hacer es que se iban a quedar sin trabajo”, señaló.
Con mucho trabajo de hormiga entendieron que nadie reemplazaba a nadie, sino que era una herramienta para potenciar su labor. “Esa tecnología viene a ayudar a hacer tu tarea. Las que son más repetitivas, sobre todo, hacerlas más fácil, más rápido, con menos errores, tenés que controlar menos”.
Orgullo
Uno de los mayores agradecimientos de Viotti es a la educación pública, no solo por la universidad sino porque también fue a este tipo de escuelas. “Toda la vida he estudiado allá en el sistema público”.
Sus agradecimientos son justamente para su compañera, la familia, la universidad pública: “Me ha dado todo y si bien estuve vinculado, incluso fui consejero, no pude hacerlo plenamente porque requería un tiempo que en ese momento no tuve, pero le debo todo”.
Roberto es un ingeniero de los más antiguos de su rubro, pero también de los que más perfil bajo maneja. Son más de 30 años vinculados a una profesión que no amó desde antes de iniciar, sino que la descubrió y se enamoró cuando llegó a la universidad.
Su historia, en tiempos donde muchos no logran definir cuál es su verdadero rumbo, es una muestra de lo receptivo que fue a las oportunidades que le presentó la vida. Animarse ante lo desconocido lo convirtió en un ingeniero pionero y de pura cepa.
“Es difícil de explicarlo, pero bueno, este es mi trabajo, mi vida. Yo no me imagino un día sin venir a trabajar acá, me apasiona lo que hago”, comentó Roberto.
Ahora enfrenta un cambio con la mudanza a un nuevo espacio de trabajo, pero disfruta de que incluso en la empresa hay mucho involucramiento familiar y cuenta con compañeros desde la primera hora.
Por eso al describir qué lo apasiona comentó: “Me encanta solucionar cosas, corregir errores, facilitar tareas, ese tipo de cosas. En este trabajo siempre estás viendo lo que vos podés hacer. Yo disfruto de eso, hacerle más fácil las cosas a la gente”.