Córdoba vivió ayer, en diferentes escenarios, un día importante en el debate sobre el Código de Faltas. Por un lado, las autoridades de Seguridad de la Provincia se presentaron en la Legislatura. Por otro, miles de ciudadanos, en especial jóvenes, se manifestaron en la Sexta Marcha de la Gorra.

En la Legislatura, la Provincia se manifestó en contra de la derogación de la figura más polémica del Código de Faltas, el merodeo. Paralelamente, escasas cuadras de la Unicameral, en Colón y Cañada, una multitud compuesta esencialmente de jóvenes menores de 25 años se concentraba para marchar, en especial contra esa figura que permite a la Policía detener a un ciudadano que esté en la vía pública “con actitud sospechosa” y, en general, contra la aplicación arbitraria del Código de Faltas.

La exposición del ministro de Seguridad provincial, Alejo Paredes, y del jefe de Policía, Sergio Comugnaro, se dio en el marco de la comisión especial de la Legislatura creada para analizar una posible modificación integral del Código, aunque la discusión se centró esencialmente en el merodeo.

 

Con la apoyatura de audios de denuncias al 101, videos de hechos delictivos, power points, estadísticas y explicaciones de autoridades policiales, Paredes aseguró que la figura del merodeo es una herramienta fundamental para la prevención del delito. Se resaltó que la Policía, a través del 101, recibe unos 150 llamados diarios de ciudadanos que avisan que en los alrededores de su casa hay personas o autos en actitud sospechosa. Además, se aclaró que nunca la Policía dictó una condena que llegue a los 180 días, como reflejó un informe difundido en diferentes medios, realizado por un grupo de investigadores de las universidades Nacional y Católica de Córdoba.

Sin embargo, sí hubo una concesión de las autoridades sobre los puntos que más se critican del Código. El jefe de Policía, Sergio Comugnaro, manifestó que el juzgamiento de faltas debería estar en manos de la Justicia, y no en las de un comisario, ya que es la Policía la que acusa y la que juzga.

Por su parte, el jefe de la bancada oficialista, Sergio Busso, manifestó que algunas críticas al Código “se plantean como un dogma que nosotros y la mayoría de los cordobeses no tiene”.

Liliana Olivero respondió que los críticos del Código de Faltas también pueden entender como dogmático e ideológico la postura de quienes lo sostienen como forma de represión.

El Código de Faltas es una ley provincial que regula una gran variedad de contravenciones, desde la pesca hasta la conducción en estado de ebriedad, que habilita a los policías a detener a ciudadanos que las cometan. Desde 2009 a 2011, la cantidad de detenciones basadas en infracciones del Código de Faltas aumentaron. El año pasado, hubo 200 por día en la provincia. Pero la tendencia habría cambiado. Según datos de la Policía, en la ciudad de Córdoba hubo 23.872 detenciones hasta el 1° de noviembre, por lo que 2012 terminaría con una cifra inferior a los 36.753 de 2011 o los casi 38 mil de 2010. En 2009, hubo 27.015.

Manifestación. La reunión en la Legislatura terminó mientras Colón y La Cañada se llenaba de jóvenes dispuestos a marchar contra el Código de Faltas. “No a la discriminación policial”, se leía en carteles. “Acá están los peligrosos, los narcotraficantes, miren lo peligrosos que somos, tan peligrosos que se van a contagiar de alegría”, fue otra consigna.

La columna de manifestantes ocupaban tres cuadras de la avenida Colón. Los organizadores, el Colectivo de Jóvenes, estuvieron acompañados por organizaciones como Ammar (Asociación de Mujeres Meretrices Argentina), Frente Organizado por el Código de Faltas y agrupaciones universitarias.

Hubo murgas, bailes, disfraces y consignas claras. La manifestación terminó en la plaza San Martín, que eligieron los organizadores como símbolo del Centro, donde aseguran que no pueden ir sin riesgo de ser apresados.