Martín acomoda su colchoncito y varias frazadas para guardarlas en un lugar que no quiere revelar, luego de pasar una intensa noche de frío resguardado contra los vidrios de la Iglesia Catedral. Y es que con los primeros rayos de sol, el hombre sale a rebuscárselas haciendo changas o cartoneando para así tener para comer.

Es uno entre más entre las varias personas sin techo que hay en San Francisco y que hasta estos días pasaban sus noches con sus camas tendidas sobre el cemento y que como techo tenían las estrellas.

El hombre, de pocas palabras, lleva varios meses durmiendo a la intemperie y tomó con sorpresa la noticia de la apertura del primer refugio personas en situación de calle, anunciado por la Municipalidad de San Francisco el último miércoles, en conjunto con el Consejo Interreligioso Social.

“Sería bueno, porque está muy duro para estar afuera”, atinó a decir Martín, a la vez que aseguró que asistirá para ver con qué se encontrará.

Según datos recabados por la Secretaría de Políticas Sociales, son al menos 12 personas las que en la actualidad se encuentran en situación de calle por múltiples causas. Una situación muy dolorosa como sociedad y casi inhumana para estas personas que ahora finalmente tiene una perspectiva de solución.

Un pedido de varios años

La triste problemática de las personas sin techo no es nueva en San Francisco. La Red Solidaria local lleva al menos 10 años con distintas campañas y actividades para ayudar a estas personas en situación de extrema vulnerabilidad.

Durante algunos años, varios de estos hombres hicieron de la Terminal de Ómnibus su residencia durante el día y las noches, muchas veces a cielo abierto.

Uno de los casos emblemáticos fue el de Ramón, que durante casi 5 años la pasó viviendo en los alrededores del lugar, sufriendo por sus adicciones, hasta que permitió ser ayudado y desde entonces su cambio fue radical: goza de buena salud y reside en el Hogar Dihel de Sienra, camino a Plaza San Francisco.

En el otoño de 2018, los aproximadamente cinco hombres que pernoctaban en la Terminal fueron invitados a retirarse del lugar, con la idea de que se les pudiera hallar una pensión o lugar con intervención municipal. Desde entonces, algunos comenzaron a dormir en la Iglesia Catedral, en la plaza Vélez Sarsfield o al resguardo de los edificios de los bancos en pleno Centro Cívico.

El número de personas sin techo fue en aumento y por ende, la Red Solidaria junto a instituciones reforzaron la Campaña Frío Cero y lanzaron la jornada de Mesa Digna, que se realizó hasta 2019 en la plaza General Paz y que consistía en un encuentro con aquellas personas para compartir una cena caliente, pero a su vez estaba abierta a quien lo necesitara.

Un refugio en la agenda política

En el otoño de 2017 se propuso en el Concejo Deliberante la creación de un refugio municipal para personas que viven en la calle. La propuesta fue presentada por el espacio Mejor San Francisco, que lideraba el actual intendente, Damián Bernarte.

Se trató del proyecto de ordenanza al que denominaron “Refugio Municipal Centro de Noche para Personas sin Techo”, destinado a todas las personas que vivan en la calle. La iniciativa había sido avalada para ser estudiada en comisión, pero no volvió a salir de los cajones del Concejo.

Ahora al frente del Ejecutivo municipal, Bernarte aunó los esfuerzos de la flamante Secretaría de Políticas Públicas junto a las iglesias cristianas y evangélicas para llevar adelante aquel viejo proyecto.

Proponen un refugio municipal para personas que viven en la calle

“Momento trascendental”

La próxima semana, entonces, comenzará a funcionar el primer refugio municipal para los sin techo, en el marco del “Programa para Personas en Situación de Calle”. Tendrá capacidad para albergar a 16 individuos y será administrado por personal municipal junto a voluntarios de iglesias católicas y evangélicas.

El espacio funcionará en la ex sede de Cáritas sobre Dante Alighieri al 1590.

El intendente Bernarte valoró en su momento la puesta en marcha del programa al que definió como “momento trascendental en la vida de nuestra comunidad, dado que es el primer proyecto de establecer un programa que contempla atender a las personas en situación de calle en un refugio en San Francisco”.

“Lo más significativo-aseguró- es reconocer la existencia de una realidad, no negarla, teniendo en cuenta que estamos ante la temporada más dura para estar en la calle. Entendíamos que era impostergable esta decisión y buscar un paliativo de esa realidad. Es necesario que la gente que pase por el refugio se sienta acompañada desde lo espiritual y lo que tenga que ver con la incorporación de valores”.

Para el responsable del Ejecutivo, “el desafío es poder brindar mejores condiciones a estas personas” y subrayó que lo más importante es poder sostenerlo en el tiempo. “Ojalá que pronto tengamos que cerrar el refugio porque cada una de las personas que hemos relevado vuelvan a vivir a sus casas por elección y en una situación de vida digna”, sostuvo.

CÓMO SERÁ EL REFUGIO

* El personal del refugio recibirá a las personas desde las 20 y podrán permanecer en ese establecimiento hasta las 8 del día siguiente.

* Se les brindará una cama con frazadas, ropa de cama, baño con elementos de higiene personal, una cena y desayuno.

* Trabajo del voluntariado: estará formado por personal municipal e integrantes de las comunidades religiosas. Estos grupos recorrerán en forma diaria por la noche los lugares donde pernoctan personas sin techo para generar un vínculo. A su vez, se realizará un trabajo a mediano y largo plazo, buscando soluciones para que puedan salir de esa situación de vulnerabilidad.

“Una felicidad”

Así recibieron la noticia los integrantes de la Red Solidaria San Francisco. El referente de la ONG local, Marcelo Valverde, le dijo a El Periódico: “Fue una felicidad muy grande conocer esta iniciativa del municipio en conjunto con el Consejo Interreligioso Social y el voluntariado para que los más postergados y vulnerables de la sociedad, los que no tienen casa ni techo y tanto sufren las bajas temperaturas, tengan un lugar de contención”.

Valverde se puso a disposición para trabajar junto al personal voluntario y deseó: “Esperamos que sea sostenido en el tiempo y que no permitamos que alguien que esté pasando mucho frío lo dejemos a la intemperie, lo que tenemos que hacer como sociedad es levantar la mirada y utilizar esta gran herramienta del refugio para acompañarlos”.