Las excepciones a las restricciones para frenar el aumento de casos de coronavirus en el país no alcanzarán al personal doméstico, por lo cual aquellas personas que se desempeñan en casas de familia no deberán ir a trabajar, situación que puso en alerta al Sindicato de Personal de Casas de Familia (Sinpecaf), que ya había denunciado irregularidades en la cuarentena de principios de 2020.

En ese sentido María Bertea, titular del gremio en nuestra ciudad, denunció en varias oportunidades presiones hacia el personal para que se presenta a trabajar pese a estar restringida la actividad o pese a estar aislado por coronavirus o contacto estrecho.

"Esto afecta muchísimo, porque las empleadas de casas de familia no están exentas de contagiarse. Entonces nosotros pedimos que por favor aquel empleador que realmente pueda, porque la mayoría vamos a trabajar desde nuestras casas, permita que la empleada quede aislada en su domicilio. Eso es conciencia, ética, moral. Es tener un poco de compasión de alguna manera de decir 'la empleada de casas de familia también pueden contagiarse'. Que no las obliguen a ir a trabajar porque todos nos tenemos que cuidar, la mayoría de las empleadas de casas de familia que se han contagiado, que hay un montón, se han contagiado en la misma casa, porque como las obligan a ir y siempre hay alguien en la casa terminan ellas contagiadas", sostuvo Bertea.

La titular del Sinpecaf afirmó que es una situación que no cesa: "Está pasando en la actualidad, justamente acabo de tener un caso de que la empleadora le está exigiendo a la empleada volver a trabajar. Ayer jueves se le cumplieron los días de aislamiento pero a la empleada se le complicó con neumonía y mientras estaba en la carpa sanitaria la empleadora le mandaba mensajes para saber cuando volvía a trabajar. Nosotros pedimos que realmente el empleador tenga conciencia. Hay cosas que no podemos evitar, como el cuidado de personas mayores o de niños del personal de la salud, pero a aquellos que las hacen ir por el solo hecho de justificar el pago les pedimos que tomen conciencia y que no las obliguen a ir a trabajar. Y por supuesto que no les descuenten el sueldo".

En materia económica, Bertea insistió en que, pese a las medidas restrictivas que prohíben trabajar al personal doméstico, el salario debe abonarse. "Si vos trabajás por hora te las tienen que pagar igual porque no es que la empleada decide no ir a trabajar, sino que no puede. Y en ese caso el empleador tiene la obligación de pagarles. Hay que sentarse y pensar dos segundos en la situación en que vivimos. El personal de casas de familia es un humando igual que cualquiera y se puede contagiar. Tratemos de poner un poquito de cada uno y decir 'quedate en tu casa, yo me quedo en la mía'. Tomemos conciencia, el empleador tiene que tomar conciencia de que la empleada de casas de familia se contagia igual que ellos", pidió.

Si bien no hay estadísticas oficiales, la medida afecta a un gran número de personas en la ciudad. "Ni de las que están registradas se puede saber porque AFIP no da ningún dato, pero de cada 10 familias, siete tienen una empleada en su casa, ya sea por horas, por semana o por mes. Es muchísimo", concluyó Bertea.