Por eso anunció que está trabajando en una nueva “metodología de medición” para medir la pobreza “desde un enfoque multidimensional”.

Para eso –dijo- tomará en cuenta otros ingresos provistos por el Estado en bienes y servicios, como alimentos o útiles escolares, e incluso por las empresas, en los comedores de los establecimientos.

En definitiva la nueva metodología de del INDEC permitirá registrar todavía menos indigentes y pobres que en la actualidad, adelanta esta mañana Clarín.

Lo que el organismo oficial omite es que la metodología hasta ahora utilizada fue adoptada por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) para toda la región. Tampoco dice que los valores bajos de las canastas no responden a un problema metodológico sino simplemente a que esas canastas se actualizan por el Indice de Precios al Consumidor que no refleja los precios reales que pagan los consumidores.

Vale recordar que la última medición oficial arrojó que sólo el 6,5% de la población es pobre, de los cuales apenas el 1,7% es indigente. Pero las mediciones privadas desmienten esos datos y triplican esos porcentajes.(Perfil)