La oposición apuntó este lunes al Gobierno municipal de Ignacio García Aresca ante la decisión de permitir la apertura de locales nocturnos durante las noches del 24 y 31 de diciembre, bajo el protocolo gastronómico, norma que evidentemente en algunos lugares no estuvo ni cerca de cumplirse.

Cabe recordar que la Provincia determinó que los boliches y discotecas no estén habilitados hasta el 31 de marzo, al igual que los recitales masivos. 

Cristian Canalis, edil de la Unión Cívica Radical (UCR), aseguró que lo ocurrido fue una “falta de respeto” a las personas que sufrieron o sufren la enfermedad y también para aquellos que perdieron a sus familiares por este virus.

“En momentos donde apelamos a la responsabilidad individual, donde se nos pide colaboración a todos, y donde aumentan los casos, desde el municipio se legaliza lo ilegal habilitando una fiesta de este tipo con protocolo gastronómico. Esto rozó el bochorno y no sé a qué responde, si a la presión de los dueños de boliches bailables o a qué otra cosa”, indicó.

Oposición cuestionó la apertura de boliches en las fiestas: “Se puso en riesgo la salud pública”

Canalis indicó que la educación “empieza por casa”, pero agregó que el Estado municipal “debe tener políticas concretas”. Asimismo, indicó que consultó a profesionales de la salud sobre lo ocurrido el 24 y 31 de diciembre, recalcando que están “muy molestos” ante la habilitación de estas fiestas donde hubo concurrencia masiva y no se respetaron los protocolos sanitarios: “Entiendo que los casos van a ir en aumento, pero ojalá me equivoque”, dijo.

El concejal radical sostuvo que en los primeros meses acompañaron al Ejecutivo en sus decisiones, pero criticó que sobre final de año hubo un mal manejo de la pandemia: “En los primeros meses acompañamos medidas que se tomaron porque decíamos que nadie tenía algo en claro sobre lo que pasaba. Pero después de siete meses, con la suba de casos, tomar esta medida no era acertado cuando se los advirtieron desde el mismo COE”.

Después cuestionó que pese a una clausura, al poco tiempo el local vuelve a abrir sus puertas: “Clausuran y al otro día abren, por eso estas medidas son netamente recaudatorias”, a lo que resaltó: “Como bloque pedimos sesionar en enero y febrero para dar este tipo de discusiones, pero el oficialismo no quiso”.

“Hubiesen servido los testeos previos”, dijo Stoppani

Para Luciano Stoppani, concejal de Córdoba Cambia, hubiese sido una buena oportunidad estos eventos para testear a un importante número de la población joven, tal como analizaba hacer la Municipalidad previo a la negativa que obtuvo de la Provincia.

“Me parecía razonable abrir para Navidad y Año Nuevo haciendo previamente cuatro mil testeos a los jóvenes, como se había anunciado, porque eso hubiese servido para tener una idea de cómo estábamos. También el uso de lugares como la Rural y el Hipódromo, amplios y al aire libre para poder cumplir el distanciamiento”, indicó ante la consulta de El Periódico.

Pese a ello, el edil señaló que sí le pareció un error que algunos boliches no respeten la capacidad de público que tenían permitido: “Por no hacerlo terminan clausurados y es una lástima porque no pueden trabajar. De todos modos, debió haber mayor responsabilidad de los empresarios de la noche y de la gente, pero quien limita el ingreso al local es el dueño del establecimiento”.

Oposición cuestionó la apertura de boliches en las fiestas: “Se puso en riesgo la salud pública”

Stoppani advirtió sobre el momento complicado que se vive ante el aumento de casos en el país, lo que terminará llegando a San Francisco a corto plazo: “Estamos viviendo un momento en el que están aumentando los casos de infectados, lo que es alarmante. Es muy preocupante el número de aumento en Buenos Aires y luego llegará a las provincias y a ciudades como la nuestra, como ya pasó en el pico que tuvimos entre septiembre y octubre”.

También se refirió a las fiestas clandestinas que ocurren cada fin de semana: “Es muy difícil controlar a los jóvenes en una época como el verano, donde toda la gente circula con normalidad debido a que estamos en una fase donde debemos cuidarnos cada uno. De todas formas, toda medida que uno tome en pandemia puede ser antipática, pero los riesgos de contagio hay que evitarlos. Si se abre un lugar debe haber control para que se respete el número de asistentes. La prueba y mala experiencia del 25 debería haber servido para que no se repita el 31”.

“No hubo un discurso unificado”, expresó Romero

Por su parte, el concejal Andrés Romero (Frente de Todos) remarcó que “no hubo un discurso unificado” durante la pandemia, sino que fue una “comunicación dispersa y confusa por parte del Gobierno municipal”.

“Lo de la apertura de boliches no fue ajeno respecto a lo que venía sucediendo, muchas desavenencias, marcha y contramarcha; entiendo que la situación es difícil y compleja porque la pandemia obliga muchas veces a modificar los escenarios pensados. Pero justamente por esto hay que tener un norte claro, algo que no vemos”, dijo.

Oposición cuestionó la apertura de boliches en las fiestas: “Se puso en riesgo la salud pública”

Romero reconoció que el sector de entretenimientos fue “muy castigado ante las disposiciones sanitarias” y que se debió haber usado la noche del 24 de diciembre como prueba piloto: “Se debió darles una habilitación parcial y con la sugerencia de que si no se respetaban los protocolo no se habilitaba el día 31. Pero no sucedió y se puso en riesgo la salud pública”, criticó.

Al ser consultado sobre si el municipio tuvo un exceso de confianza ante el amesetamiento de casos que se dio en noviembre, el representante del Frente de Todos en el Concejo Deliberante respondió: “Administrar tensiones en este momento no es sencillo. Sobre todo teniendo en cuenta que desde diferentes sectores se pide apertura de la actividad económica. Eso se trató de hacer paulatinamente, y considero que en gran parte del año se hizo bien, de manera responsable hasta que llegaron los últimos meses y el Gobierno municipal pecó de confiado. Esto seguramente va a repercutir en el número de contagios”.

Por último, Romero expresó que existe un sector grande de la sociedad que todavía no tomó conciencia de la gravedad del coronavirus: “Hay un sector que no entendió, pero no solo no se cuidan ellos mismos, tampoco sus familiares. Además tienen un discurso antivacunas muy manifiesto, lo que resulta preocupante”, cerró.