Lo ideal es que la ropa se seque al aire libre, pero si no es posible porque llueve de forma intermitente o está muy húmedo por muchos días, existen formas de secar la ropa dentro de casa.

1. Escurrirla. Colocar la prenda de ropa sobre una toalla grande extendida y hacer un rollo de forma que la toalla envuelva la prenda mojada. Después, retorcerla hasta exprimirla por completo. La humedad presente en una prenda será absorbida por la otra.

2- Calefactor o ventilador. Colgar la prenda húmeda en una percha y dejarla cerca de un calefactor o ventilador. Pero atención: si es una fuente de calor no puede quedar muy cerca porque si no la ropa se endurecerá. Se puede colocar un ventilador para mover el aire entre las prendas. La circulación del aire es fundamental para que se seque rápido y quede sin olor a humedad.

3- Congelador. Para un caso de urgencia, se puede poner la ropa mojada doblada dentro de una bolsa y dejarla toda la noche en el congelador. Hacerlo hasta que esté completamente seca. Eso sí, parece que no queda con el mejor aroma, así que solo se pude usar en alguna urgencia.

4- Plancha. Cuando la ropa permanece muchas horas en el congelador es necesario plancharla para quitarle el frío y entonces sí, queda lista para usar. Este recurso, obviamente, también ayuda si la ropa no fue puesta en el congelador.

5- Secador de pelo. Para las medias o ropa interior, algo práctico es utilizar el secador del pelo, siempre y cuando se mantenga una distancia de unos 15 centímetros para evitar que se dañen, quemen o endurezcan.

6- Respetar el espacio entre las prendas. Hay que tratar de separar las prendas para que el aire circule a su alrededor. 

7- Doble centrifugado. Un ciclo de centrifugado extra en tu lavarropas reducirá considerablemente el tiempo de secado una vez que está colgada. Para hacerlo deberás esperar a que termine todo el ciclo de lavado y volver a repetir el centrifugado. Tu ropa saldrá casi seca.

8- Da vuelta la ropa colgada. En los días de lluvia, para que se seque más rápido, deberás colgarla y luego de medio día o unas cuantas horas, darla vuelta, ya que verás que se seca más de un lado o en algunas partes. Un ejemplo: primero colgar una remera por su parte de abajo (queda “de cabeza”) y luego de unas horas, darla vuelta y colgarla de los hombros.

Fuente: Imujer / Elpais.com.uy.